Primera reacción de Gas Natural Fenosa sobre la liquidación de su filial intervenida en Colombia. La cotizada insta al Gobierno del país cafetero a que deje sin efecto la medida y trabaje para buscar “una solución satisfactoria” y “sostenible” para la prestación del servicio de suministro eléctrico en la zona.
Gas Natural anuncia, además, que acudirá a un tribunal internacional “para que resuelva la situación”. Es una medida prevista en el Acuerdo de bilateral de protección recíproca de inversiones entre España y Colombia. La compañía ha demorado esta actuación “voluntariamente”.
Contradicciones
En un comunicado, Gas Natural denuncia que la decisión de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios de Colombia obvia el problema fundamental y entra en contradicción con las declaraciones públicas de los administradores, que dibujaban un escenario para cambiar “la cultura del no pago”.
La empresa española ratifica, asimismo, la voluntad de seguir negociando un acuerdo con Colombia que permita continuar operando Electricaribe y llevar a cabo las inversiones convenientes. En la misma línea, Gas Natural denuncia que la decisión de Superintendencia es contraria al proceso de diálogo.
Golpe a las relaciones comerciales
La medida adoptada, prosigue el comunicado, es contraria también al espíritu de profundización de las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Colombia. Y es un paso en la dirección opuesta a los principios de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), a la que Colombia se quiere adherir.
La situación deriva, en todo caso, de la inseguridad normativa existente en el país debido al fraude e impago padecido, unos hechos a los que la Superintendencia da poca importancia, según Gas Natural. Electricaribe arrastra una deuda de sus clientes superior a los 1.300 millones de euros.