Un comercio fundado en 1838 recauda dinero en internet para seguir a flote. El Ingenio, la icónica tienda de cabezudos, magia y juguetes de Barcelona, ha lanzado una campaña de micromecenazgo para relanzar el negocio. La tienda, con 179 años de historia a sus espaldas, sorteó la liquidación el año pasado, pero ahora quiere continuar vendiendo los productos de toda la vida. Para ello necesita 15.000 euros, que pide en Verkami.
"Tenemos tres objetivos: seguir regenerando las existencias de la tienda y recuperar parte de la inversión, recuperar piezas antiguas y cabezudos cuyos moldes ya no existen y añadir más piezas al taller", explica Pau Martínez.
Este empresario es quien salvó El Ingenio del cierre cuando tambaleaba al borde de la clausura en verano de 2016. Los Cardona, la familia que llevaba el comercio, se jubilaba, y no tenían a nadie que cogiera el testigo de una tienda en semiliquidación.
Salvada
Finalmente, fue Martínez quien acudió al rescate y salvó al centenario establecimiento, que forma parte de la red de tiendas protegidas de Barcelona. "Tuvimos que invertir fuertemente y regenerar el stock", recuerda el empresario.
Ingenio, la icónica tienda de cabezudos, magia y juguetes de Barcelona
"Evitamos la tragedia. Pero no es suficiente. El Ingenio necesita más fondos para recuperar los moldes perdidos de los cabezudos y crear material para los clientes", aclara el empresario.
Martínez tenía experiencia en comercios con solera. Este barcelonés dirige El Rey de la Magia, una tienda que tiene su propio teatro y museo, y que presume de ser la más antigua del ramo en Europa.
Micromecenazgo
Con este conocimiento, el comerciante pide un poco de ayuda [ver aquí]. "Los mecenas no sólo recibirán obsequios, sino que colaborarán en relanzar un templo de las artes escénicas de Barcelona que estuvo a punto desaparecer", argumenta.
La meta de El Ingenio son 15.000 euros. Tiene para ello 38 días, una campaña en marcha y un abanico de asociaciones que colaboran.
Entre otros, han mostrado su apoyo a la recaudación pública el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Fundación Joan Brossa, La Grossa, Barcelona Activa o la Fundación Carulla.