España se ha consolidado en 2016 como el octavo fabricante de automóviles del mundo. Así consta en las estadísticas de producción que la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA) ha dado a conocer este miércoles en el Salón del Vehículo de Ginebra. La estadística muestra como el trabajo de las fábricas del país se intensificó el 5,6% hasta alcanzar los 2,88 millones de unidades. Un dato positivo pero lejos del 13,7% que se apuntó a finales de 2015.
Recorta distancias con México, cuyo nivel productivo avanzó tan solo el 0,9% en 2016. Eso sí, aún se mantiene muy por delante de las cifras del mercado nacional. Entre coches y vehículos comerciales, salieron de las factorías de la región sudamericana 3,59 millones de unidades.
China crece el 14,5%
En la parte alta de la estadística se mantiene China como líder mundial. Y de forma cómoda. El crecimiento de los últimos años se mantiene imparable y en 2016 sus factorías produjeron el 14,5% más que en 2015. Llegaron a los 28,11 millones de unidades, muy por delante de los 12,19 que se fabricaron en Estados Unidos. Representa un avance del 0,8%.
Japón, el tercer productor de automóviles del mundo, produjo el 0,8% menos a lo largo de 2016. Alcanzó los 9,2 millones de unidades. Se aleja de los dos países con los que comparte podio per mantiene aún una ventaja destacable respecto al resto de competidores.
India supera a Corea del Sur
Le sigue de nuevo Alemania, que consolida su cuarta posición con 6,06 millones de vehículos producidos. Un ligero repunte del 0,5% si se compara con el ejercicio anterior.
En la quinta y la sexta plaza de la tabla del OICA se ha producido un relevo. India ha superado a Corea del Sur en fabricación de automóviles en 2016. Ha cerrado el ejercicio con 4,48 millones de unidades (7,9% más) frente a las 4,22 millones que consiguió su rival comercial. Supone un descenso del 7,2%.
Brasil sufre
Sigue a España en la octava posición Canadá, con 2,37 millones de vehículos (+3,8%). Supera a Brasil, que ha sufrido un descenso del 11,2% en la producción. Es el más acusado del año y desde la patronal internacional de los constructores se justifica por la crisis que vive el país. Reportó 2,13 millones de unidades.
Esta cifra está cerca de las 2,08 millones de coches que salieron de las fábricas francesas a lo largo de 2016. Un avance del 5,6% por una de las regiones que había sido una potencia en la automoción.