Las tarjetas de crédito son uno de los productos más populares entre los consumidores españoles, ya que además de aportar muchas ventajas –como descuentos en las compras y seguros gratuitos–, también permiten reducir el coste de las cuentas corrientes, de los préstamos y hasta de las hipotecas.

No obstante, como apuntan desde el comparador de tarjetas HelpMyCash.com, las bonificaciones que se desprenden de la contratación de una tarjeta pueden desaparecer si no se cumplen ciertas condiciones ocultas en la letra pequeña.

Uso mínimo anual

El interés aplicado en los préstamos personales e hipotecarios se puede reducir en muchas ocasiones a cambio de contratar una tarjeta de crédito. Sin embargo, esta bonificación suele estar condicionada al cumplimiento de un requisito adicional: hacer un mínimo de operaciones al año con el plástico o gastarse una cantidad de dinero determinada en un período de tres, seis o 12 meses.

En estos casos, si no se cumplen estas condiciones, el banco incrementará el tipo de interés del préstamo o de la hipoteca cuando realice la revisión anual de requisitos, lo que encarecerá el precio de las cuotas y de la financiación.

Lo mismo suele ocurrir con las condiciones de la cuenta vinculada a la tarjeta. Muchas cuentas no tienen comisiones de mantenimiento si, a cambio, se domicilian los ingresos y recibos y se usa un mínimo de veces una tarjeta de débito o de crédito. Si no se cumple cualquiera de estos requisitos, se aplicará la correspondiente cuota de mantenimiento de la cuenta asociada a la tarjeta.

Las tarjetas gratuitas

El precio de la propia tarjeta de crédito es otro de los elementos que puede encarecerse por culpa de la letra pequeña del contrato. Por ejemplo, muchos de estos productos no tienen cuota de emisión o de mantenimiento si se cumplen unas condiciones determinadas, así que en caso de no cumplirlas se cobrarán las comisiones anuales que correspondan.

Es habitual que las tarjetas solo sean gratis durante el primer año y que, pasado ese tiempo, haya que abonar una cuota de mantenimiento. Por todo esto, es muy importante leer detenidamente las condiciones de la tarjeta de crédito. Sí existen algunos productos como, por ejemplo, la Tarjeta Oro de WiZink o la Tarjeta Platinum de Bankintercard, que son gratuitas año tras año y cuyas ventajas no están condicionadas al cumplimiento de ningún requisito oculto.