Hacienda inspecciona la farmacéutica Almirall

La Agencia Tributaria ha puesto sus ojos sobre los laboratorios Almirall. En el mes de julio, el organismo comunicó a la compañía, en su calidad de cabecera del conglomerado empresarial de los hermanos Antonio y Jorge Gallardo, el inicio de actuaciones inspectoras exhaustivas sobre una panoplia de impuestos: sociedades de los ejercicios de 2011 a 2013, así como el IVA, retenciones e ingresos a cuenta del capital mobiliario, de rendimiento del trabajo, de arrendamientos inmobiliarios y de imposición a no residentes, todo ello referido al periodo comprendido entre junio de 2012 y diciembre de 2013.

No son las únicas investigaciones que se ciernen sobre el grupo. En 2016, las autoridades fiscales de Alemania y Austria abrieron expedientes de comprobación. En el primer caso, del impuesto de sociedades, IVA y las retenciones del IRPF. En el de Austria, la Hacienda local analiza sociedades e IVA.

En Francia y Alemania

Otras tres pesquisas anteriores, realizadas por las autoridades tributarias de Francia y Holanda, concluyeron en 2016, sin consecuencias económicas significativas para Almirall.

Se da la circunstancia de que los accionistas mayoritarios del grupo, los citados hermanos Gallardo, se acogieron a la amnistía fiscal decretada por Cristóbal Montoro. Gracias a esa prerrogativa, los Gallardo afloraron 113 millones de euros ocultos en Suiza y Mónaco, que figuraban a nombre de sociedades instrumentales con sede en Panamá.

Con el modelo 750

Antonio Gallardo declaró en el modelo 750 de Hacienda la posesión de 57,1 millones en ambos enclaves, mientras que su hermano pequeño afloró 55,8 millones.

Uno y otro se han repartido históricamente los papeles a la hora de administrar su caudaloso patrimonio. Antonio lidera la family office y se encarga de gestionar los activos de la saga al margen de Almirall. Jorge es presidente ejecutivo del laboratorio y centra sus esfuerzos en su administración y dirección.