Cementos Molins registró un beneficio neto de 64 millones de euros el año pasado, resultados que suponen un incremento del 25,6% respecto al 2015, según ha informado este martes la cementera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La facturación total se sitúa en 561,2 millones, un 12% menos que en 2015 cuando la compañía facturó 637,8 millones. Pese a la diferencia de más de 80 millones, el resultado de explotación de 2016 es superior en 28 millones gracias a la mejora de las operaciones y una menor dotación de provisiones por deterioro.
Desde la compañía han destacado el crecimiento económico a pesar de la desfavorable evolución de las divisas, que han tenido un impacto estimado de 30 millones, especialmente el peso argentino. Sin ello, aseguran, el beneficio hubiera sido de 73 millones. La compañía también ha mencionado la influencia de la “gran debilidad” del mercado español tras la fuerte caída de la obra pública.
Sudamérica
México es el principal foco del crecimiento de los resultados de la multinacional. Molins manifiesta que se ha mejorado los márgenes de beneficio con una “excelente gestión” pese al impacto económico por la depreciación del peso.
Además, durante 2016 la compañía catalana hizo inversiones en México, Bolivia y Colombia por un valor de 87 millones de euros en proyectos de ampliación de capacidad de sus fábricas, como es el caso de la planta de Apazapan, que entró en funcionamiento en octubre y ya está totalmente operativa.
Nuevas inversiones
Países como Túnez también contribuyeron positivamente a la cuenta de resultados con la mejora de márgenes de producción y planes de eficiencia en reducción de costes, aunque desde la compañía reconocen que el entorno es difícil y que la demanda en el país y en la región, muy débiles.
En Bangladesh se firmó el último acuerdo internacional de 2016, y consistía en la adquisición de tres moliendas con capacidad de 2,2 millones de toneladas que permitirá acompañar el crecimiento del mercado y mejorar resultados.