Caixabank ha cerrado el ejercicio 2016 con un beneficio atribuido de 1.047 millones de euros, el 28,6% más que el año anterior.

El grupo presidido por Jordi Gual remarca que se trata la primera vez desde 2011 que las ganancias superan los 1.000 millones. Este resultado se apoyó en un margen bruto estable en 7.827 millones, el incremento del 15,3% del margen de explotación (3.711 millones), el 77,7% menos de gastos extraordinarios y la reducción de las pérdidas por deterioro de activos financieros y otras provisiones, que descienden el 57,5%.

Contención de costes

Destaca la reducción del 1,7% de los gastos de administración y amortización recurrentes tras el “esfuerzo en racionalización y contención de costes”, tal y como ha explicado la entidad en un comunicado a los accionistas. Además, el negocio bancario y el asegurador se incrementa el 23,4% hasta los 1.979 millones. Esta cantidad no incluye el resultado del negocio inmobiliario y el de las participadas.

La estabilidad de los tipos bajos hace que el margen de intereses caiga ligeramente hasta los 4.157 millones (-4,5%) en el cómputo global del ejercicio, mientras que los ingresos por comisiones tampoco despegan: el -1,2% (2.090 millones).

Mejora la evolución

Sin embargo, en la comparativa trimestral, ambos conceptos confirman un cambio en la evolución a futuro, puesto que consolidan la mejora apuntada a partir del segundo trimestre de 2016: el margen de intereses aumenta un 3,5% respecto al trimestre anterior como consecuencia, entre otros, del descenso del coste de los depósitos retail, y los ingresos por comisiones se incrementan un 1,6% en el trimestre debido, principalmente, a la mayor comercialización de fondos de inversión y seguros no vida.

Por su parte, los gastos se reducen un 1,7%, debido, entre otras cosas, a las sinergias tras la integración de Barclays Bank, SAU y los ahorros derivados de las prejubilaciones y los acuerdos laborales para la optimización de la plantilla.

Menos extraordinarios

En 2016 se han registrado 121 millones de costes extraordinarios asociados al acuerdo laboral en julio. En 2015, los costes extraordinarios alcanzaron los 543 millones por la integración de Barclays Bank, SAU y el acuerdo laboral.

Esta evolución de los ingresos y costes permite que la ratio de eficiencia mejore 6,3 puntos porcentuales en el año y se sitúe en el 52,6% y, sin costes extraordinarios, en el 51,0%.