Las fábricas de vehículos españolas produjeron 2.885.907 unidades en 2016. Se trata de una cifra por encima de las previsiones de la patronal del sector, Anfac, y supone un incremento del 5,59% respecto al ejercicio anterior. Con todo, la ralentización de las ventas en el segundo semestre ha frustrado el sueño de alcanzar una producción de tres millones que se debe lograr en el ejercicio en curso.
Romper esta barrera implicaría recuperar la cifra récord que se alcanzó en 2004 con 3,01 millones de vehículos. El país era en ese momento la séptima fábrica de automoción del mundo. El envite de la crisis propició que España reculara en 2015 hasta la octava posición del ranking de la OICA, la patronal mundial, con 2,7 millones de unidades. La recuperación del ejercicio que acaba de terminar aún se queda por detrás de los 3,5 millones de unidades fabricadas en México en 2015 y de los 4,1 millones de India, los dos países por delante de España.
Aleta por el descenso de las entregas
Anfac se muestra optimista con los resultados de 2016. Señala que la producción española ha sido la que más ha crecido en porcentaje en la Europa continental. También recuerda que el plan tres millones para la reindustrialización del sector que se presentó en 2012 aún está vigente, por lo que queda margen para alcanzar la cifra objetivo.
Sin embargo, alerta de que el buen dato obtenido en 2016 no es garantía de que las plantas españolas mantengan la evolución en el año que acaba de empezar. Muestra su preocupación por la ralentización de las ventas en el mercado interno en el último trimestre, un momento habitualmente bueno en la comercialización porqué se suelen avanzar compras por los incrementos impositivos. La media anual de crecimiento de las ventas pasó del 12% al 10%.
Fin del plan PIVE
Preocupa de forma especial la bajada de la compra de vehículos por parte de las familias. Su avance se ha moderado hasta el 0,7% en los últimos tres meses. La patronal avisa de la repercusión en el rejuvenecimiento del parque de vehículos, cuya edad media se sitúa en los 12 años.
No reclama la reedición del plan PIVE, aunque otras fuentes del sector recuerdan que sin los incentivos públicos al sector las ventas se frenarán. Se temen consecuencias en la producción con el consiguiente impacto en el empleo del sector, tanto directo como indirecto.
Descenso de la exportación
El frenazo en la comercialización no se ha dado solo en el segmento de vehículos familiares en España. La situación política y económica mundial, con la devaluación de divisas y la aparición de fenómenos proteccionistas en varios países de las exportaciones españoles es otro reto para el sector.
Reino Unido es uno de los principales mercados destinatarios, con 336.000 unidades entregadas. Comenzó a tener bajas en la exportación en torno al 16% mensual desde septiembre, como consecuencia del Brexit y la depreciación de la libra. Argelia también ha reportado un descenso de las entregas de vehículos made in España. Han caído el 72% hasta los 20.000 coches.
Protección del mercado interno
Anfac pide mantener el trabajo en la “competitividad de la industria de la automoción” y en “fortalecer la demanda del mercado interno”. Recuerda que el sector también produjo en el último año 1,92 millones de motores y 1,73 millones de cajas de cambios.