El Índice de Precios de Consumo (IPC) se disparó en el último mes del año y elevó en nueve décimas la tasa interanual, hasta el 1,6%. A la luz de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se confirma la pérdida de poder adquisitivo de los españoles.
En diciembre los precios subieron un 0,6% más que en noviembre. Esta es la cuarta tasa positiva consecutiva y llega a su nivel más alto desde junio de 2013 (1,8%), según los datos definitivos publicados este viernes.
Subida de precios pero no de sueldos
La tasa definitiva de IPC de diciembre es una décima superior a la avanzada inicialmente (1,5%). La gasolina, la electricidad, el gasóleo para calefacción, el gas, los viajes organizados y algunos alimentos, como las legumbres y las hortalizas, fueron los bienes y servicios más encarecidos.
Así, se confirma la pérdida de poder adquisitivo, ya que el 1,6% de aumento de precios no se compensa con el aumento de ingresos de los españoles. El IPC cierra por encima del incremento salarial pactado en convenio (1,06%) y del aumento que experimentaron las pensiones (0,25%).
Un año irregular
El IPC interanual arrancó el ejercicio pasado con una tasa del -0,3% en enero, y se mantuvo negativo durante los primeros ocho meses. Pero en septiembre volvió a terreno positivo, con un +0,2% y en el último trimestre, el IPC creció 1,4 puntos. El cierre de 2016 ha superado las cifras de 2013.
En diciembre, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) elevó nueve décimas su tasa interanual, hasta el 1,4%, al tiempo que la variación mensual se situó en el 0,5%.
La inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, aumentó dos décimas en diciembre, hasta el 1%, seis décimas por debajo de la tasa general del IPC.