El Santander emitirá entre 43.000 y 57.000 millones en deuda en los próximos dos años con tal de sanear su balance. Los nuevos requerimientos de Bruselas obligan al banco a aumentar la capacidad de absorción de pérdidas, al considerar que esta entidad tiene riesgo sistémico. Desde el inicio de la crisis el Santander ha ampliado capital en tres ocasiones por un importe de 22.000 millones. Es cifra, sumada a la anunciada ahora supone una cantidad entre 65.000 y 79.000 millones, más que todo lo gastado en el rescate de la banca española.
El grupo presidido por Ana Botín planea colocar entre 24.000 y 32.000 millones de euros en 2017 y entre 19.000 y 25.000 millones de euros en 2018, según ha informado este miércoles la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Respuesta a Bruselas
El nuevo plan de financiación del Santander llega como respuesta a los nuevos requerimientos que la Comisión Europea ha incorporado al estándar sobre Capacidad de Absorción de Pérdidas Totales (TLAC, por sus siglas en inglés). Esta imposición obligará a las entidades con riesgo sistémico, las que considera "demasiado grandes para caer", a emitir una mayor cantidad de pasivos subordinados y otros instrumentos de capital que puedan absorber pérdidas en caso de resolución.
El objetivo de ese plan es completar el programa de reformas que emprendió Bruselas a raíz de la crisis económica para devolver la estabilidad al sector financiero, reforzar la resistencia de los bancos ante choques y clarificar cómo se gestionan y quién paga los rescates. El Santander es la única entidad española incluida entre las 13 europeas que están afectadas por la nueva normativa.
La entidad ha presentado la actualización de su plan de financiación 2017-2018 con tal de fortalecer la posición TLAC del grupo y optimizar su coste de capital. Para ello, el banco está considerando varios enfoques para la emisión de instrumentos elegibles para TLAC antes de que la regulación definitiva sobre estos requisitos sea aprobada.