Amazon acaba de aterrizar en Barcelona con su nuevo servicio de supermercado. La venta de productos frescos parecía la última isla donde el comercio de proximidad estaba a salvo de los gigantes de venta online. Pero los colmados ya están preparados para el contraataque.
Algunos tenderos rechazan la idea de que Amazon les vaya a robar clientes, y alegan que la proximidad es el principal criterio por el que se escoge el supermercado. Pero, mientras tanto, agrupaciones de comerciantes ya han comenzado a preparar un plan: una web de venta online cooperativa.
El contraataque
Desconocen cómo se llamará y cuándo estará al servicio de los usuarios, pero están ultimando todos los detalles. "Haremos la prueba piloto en algún municipio de aquí a un mes y medio, aproximadamente" explica a Crónica Global el secretario general de la Agrupación de Tenderos y Comerciantes de Cataluña, Emiliano Maroto.
Maroto es plenamente consciente de que su plataforma no puede hacerle sombra a un gigante como Amazon: “no podemos competir pero sí organizarnos para saber reaccionar”. Para ello, espera que, entre 12.000 y 13.000 tiendas de las 34.000 afiliadas a la asociación, se unan a la nueva iniciativa.
Reconoce que las grandes cadenas de supermercados también afectan a sus negocios al poner a disposición del cliente la comodidad de hacer la compra a través de Internet. En la misma línea, se encuentra Juan Carlos Molina, el propietario de Colmado Molina, situado en el distrito de Nou Barris. "Amazon no me afecta más que Caprabo, Mercadona o cualquiera que abra por aquí una frutería. Pero se ve que lo de esta plataforma es voraz, así que habrá que prepararse para contraatacar".
Clientes fieles
Alega, además, que el tipo de cliente que compra en uno y otro tipo de comercio son diferentes. "El señor Josep seguro que no utilizará nunca una plataforma online y no dejará de venir a comprar aquí", dice mientras señala a un hombre que charla con él, sentado en un taburete del colmado. "La calidad ya te digo yo que no es la misma", contesta éste.
El encargado del mítico colmado barcelonés Quílez, Faustino Muñoz, sostiene que “regalarte no te regalan nada, pero tampoco nos está afectando como nos podría haber afectado 15 años atrás, cuando el producto de batalla era el aceite y el café". La especialización de sus productos, el trato cercano con el cliente o los precios competitivos son los motivos por los que Muñoz opina que su negocio resistirá.
Mantienen la esperanza
Venta física y venta online pueden coexistir. Pero también se deben complementar. Por eso, los pequeños comercios también han de atreverse con Internet, según el presidente del Eje Comercial del Raval, en Barcelona, Josep Maria Nebot. "Nos tenemos que poner al día. O te renuevas o te mueres", sostiene.
La administración pública debería tomar un papel activo, según el presidente del Eje Comercial del Raval. Si bien hasta la fecha han existido campañas testimoniales en las que se ha enseñado a los tenderos de barrio a usar las nuevas tecnologías, deberán ir más allá de la mera presencia en las redes sociales para hacer una transición real al negocio digital. "Si no, el pequeño comercio desaparecerá", sentencia Nebot.
Los colmados acallan los malos augurios de que el vídeo matará a la estrella de la radio. Habrá sitio para todos. O eso esperan.