Los Mossos d'Esquadra protegen el último hotel del barrio de Gràcia de Barcelona. La policía autonómica incrementará el patrullaje en la plaza del Sol de la Ciudad Condal después de que la nueva incorporación al tejido hotelero del barrio, la Casa del Sol, sufriera actos vandálicos días después de abrir. La gerencia del establecimiento insiste en la "aportación positiva" a la zona y la "recuperación" de un edificio que yacía abandonado en el populoso lugar.
Pese a la cuidada renovación del inmueble y a un proyecto que pretende ser cultural, la dirección admite hostilidad por parte de algunos vecinos. Esta semana la Casa del Sol ha sufrido pintadas en la fachada --de nuevo--y rotura de cristales (fotografía inferior). "Los Mossos aumentarán las patrullas. El tema oposición al hotel lo gestionan ellos", ha indicado Franz Josefosvki, uno de los dos socios del proyecto.
Preguntado por la cuestión, un portavoz de la policía autonómica ha confirmado que existe una denuncia por el incivismo contra el hotel. "Los agentes, en el marco de la investigación, podrían acercarse más al sitio. Las patrullas lo mismo: conocen el caso y depende de ellas. Pero no hay un dispositivo especial", ha aclarado.
Renovación
La Casa del Sol es la última incorporación a la planta hotelera de Barcelona. El tres estrellas boutique de 18 habitaciones nace como un proyecto empresarial "personal" de Josefosvki y un socio. "No es inversión extranjera. Es un proyecto de gente que vive aquí y para la ciudad", ha precisado el profesional.
El dueño ha enumerado los beneficios del establecimiento. "Cuando compramos el edificio en 2011 estaba en ruinas. Es un milagro que no hiriera a nadie. Tenemos productos de proximidad y hemos generado ocho empleos directos más varios indirectos. La restauración (fotografía inferior) la pilotó un equipo 100% español. Colaboramos con los comercios de la zona".
Al mando del hotel está Isabel Cortinas. "Será un polo de dinamización cultural. Albergaremos exposiciones de artistas locales y eventos. No acogeremos a grupos de turistas. Nuestro trato es cálido y de proximidad", ha explicado la directiva.
Cerrojazo de licencias
El activo se ha recuperado en un momento en el que en Barcelona rige una moratoria de licencias de alojamientos turísticos. La medida estará en vigor hasta julio de 2017.
En este sentido, los inversores que han levantado el hotel son claros. "Cumplimos la ley al dedillo. Todo lo demás es política y no entramos en el debate", ha aseverado Josefosvki.
Propiedad y dirección coinciden en mandar un mensaje tranquilizador a los vecinos. "No atraeremos a turismo barato como los hostels o algunos apartamentos turísticos. Nuestros clientes son parejas, mayoritariamente extranjeras, que buscan tranquilidad y discreción. Y que dinamizarán la economía de la zona", concluyen.