El 22 de diciembre, y como viene siendo tradicional todos los años, un selecto grupo de españoles serán millonarios si son agraciados con el Gordo de Navidad. Pero quizás lo que no sepan es que, a partir de ese momento mágico, podrán incrementar su premio bajo condiciones extraordinariamente favorables. Para, ahora sí, vivir de las rentas durante el resto de sus vidas. Y es que los poseedores de un décimo en este sorteo extraordinario recibirán como recompensa 400.000 euros. Es decir, 20.000 por euro jugado. No obstante, no toda esta cantidad irá a parar a su cuenta corriente. Los impuestos en el juego gravan con un 20% los premios superiores a 2.500 euros. Como consecuencia de su aplicación, el beneficio neto del premio será de 320.000 euros por décimo.
De cualquier forma, será un importe más que suficiente como para confeccionar una bolsa de ahorro para invertirlo en diferentes productos financieros. Porque, en efecto, a partir de esta nivel de acumulación puede obtenerse un retorno de entre el 2% y 10% como renta anual. Con un beneficio de hasta 40.000 euros en cada ejercicio. O, incluso, llegar a doblarlo aplicando estrategias de inversión más agresivas. Bien a través de las mejores oportunidades en la bolsa, o por medio de productos financieros más sofisticados (warrants, ventas a crédito, etc.).
Son muchas y de diversa naturaleza las estrategias que los agraciados pueden utilizar a partir de diciembre. Desde modelos más agresivos, con intención de mejorar sustancialmente su premio, a formatos más defensivos para rentabilizarlo a secas.
Hasta 25.000 euros en dividendos
Si piensan que no les conviene seguir tentando a la suerte, en los dividendos disponen de una forma segura para seguir engordando su cuenta. Teniendo en cuenta que en 2016 el rendimiento medio de esta retribución a los accionistas es del 4,8% por lo que se refiere a los valores cotizados en el Ibex 35, los retornos serán interesantes. En torno a 19.000 euros que recibirán todos los años, independientemente de cómo coticen las acciones. En cualquier caso, esta remuneración puede incrementarse sensiblemente si se escogen las mejores propuestas. En este sentido, las previsiones para 2017 indican que valores como Repsol, Telefónica o Endesa ofrecerán una rentabilidad por dividendo superior al 6%. Con lo que los inversores verían aumentar sus rendimientos sobre el premio en 25.000 euros adicionales.
Dejar el premio en manos de los mercados
Los premiados pueden inclinarse directamente por la bolsa nacional. Si nos atenemos a los datos que indican que la rentabilidad anual del Ibex 35 desde 1991 y hasta 2017 ha sido cercana al 10%, sus cuentas podría engrosar sustancialmente. Con un incremento todos los años cercano a 40.000 euros. Que podría ser mayor en el caso de los valores con mejor comportamiento en los mercados financieros.
Desde esta perspectiva, hay valores como Gamesa, Endesa o Red Eléctrica que se han revalorizado durante los últimos años por encima del 300%. Si los nuevos inversores se decantan por propuestas de similares comportamientos, el aumento de capital podría superar el millón de euros.
Optar por la inversión más segura
Otra alternativa es apostar por un depósito algo más rentable. Si bien es cierto que su rendimiento es minúsculo a causa del abaratamiento del dinero generadas por las políticas monetarias europeas, hay otras formas para rentabilizarlo con mayor retorno. Una de las más sencillas pasa por inclinarse por una oferta promocional de estos productos. A través de una imposición destinada a nuevos clientes y que ofrecen un interés más competitivo. El único requisito que habrá que cumplimentar será cambiar de banco. Nada más. Les ofrecerán una rentabilidad media del 1,50%, aunque solamente para periodos de permanencia muy cortos. De entre 3 y 6 meses. En cualquier caso, les supondrá un aumento en su recién estrenada bolsa de ahorros de 6.000 euros adicionales por la firma del contrato.
Más defensiva aún resulta la opción de la deuda pública. Para de esta forma, olvidarse de los cambios y percibir un importe fijo todos los meses. A través, por ejemplo, de los bonos del estado a cinco años. Con un tipo de interés en las últimas subastas del 0,454%. Esta operación en la renta fija no daría unos rendimientos muy cuantiosos. Más bien, todo lo contrario. Aun así, les reportaría un importe cercano a 2.000 euros. Sin asumir ningún riesgo, es lo más parecido a recibir una paga extraordinaria todos los ejercicios.