Ángel Fernández es un ejemplo del auge y la caída de la burbuja inmobiliaria en el país. Propietario de Don Piso y exvicepresidente del Barça, la fortuna del empresario se expandió a un nivel tan vertiginoso como el avance del sector. Pero la reciente adjudicación al mejor postor de su casoplón en primera línea de mar en uno de los pueblos más aventajados de la costa catalana resume las fatales consecuencias de este crecimiento que parecía no tener fin.
La torre situada en el municipio de Sitges (Barcelona) salió a la venta por unos 5,5 millones de euros y el precio final se ha movido un poco por debajo de este rango, indican los profesionales del inmobiliario conocedores de la operación. No ha transcendido el nombre del comprador.
Inmueble adjudicado
La cifra inicial de la transacción implicaba un descuento sobre la casa del 30%. Los problemas económicos de Fernández propiciaron que la vivienda se adjudicara hace unos cinco años a Banco Sabadell. Su brazo inmobiliario, Solvia, ha sido el que se ha encargado de la comercialización.
Todo ello, a pesar de que Fernández tuvo su papel en uno de los pelotazos más sonados del sector. Vendió Don Piso a Ferrovial en 2001 por 18 millones de euros con 114 delegaciones y 77 franquicias. Era una de las grandes agencias inmobiliarias de España y llegó a intermediar más de 2.000 pisos al año. Fue el grupo de los Del Pino el que le sacó realmente jugo al revender la compañía cinco años después por 2.200 millones a Habitat.
Problemas económicos de Habitat
Bruno Figueras, presidente de esta última compañía, se tuvo que deshacer de Don Piso en 2008 porque las estrecheces económicas del grupo le obligaron a soltar los activos que no eran estratégicos. Despidió a toda la plantilla y la marca, el único valor real de ese momento, la compró el director general, Luis Pérez Fernández, por 810.000 euros un año después.
En 2011, Figueras fue condenado e inhabilitado por la muerte de cinco operarios en una de sus obras y su grupo acabó en concurso de acreedores. Se apagó la estrella de uno de los empresarios que había sido puesto de referencia en plena burbuja. La de Fernández se había consumido antes.
Vicepresidente segundo del Barça
Cuando vendió Don Piso a Ferrovial estaba en la cresta de la ola de su popularidad. Había entrado en el FC Barcelona como vicepresidente segundo de Joan Gaspart un año antes. Estar en la dirección del club era uno de sus sueños y había apostado fuerte para conseguirlo al presentar una candidatura alternativa a la de Josep Lluís Núñez en 1997. Fue el único rival, y el constructor le ganó.
Renunció a la ansiada vicepresidencia en junio de 2002. Alegó divergencias en la forma de gestión del club del empresario hotelero y desde entonces se ha mantenido en un discreto segundo plano. En lo personal, y lo profesional.