La junta directiva de Foment del Treball ha apostado por una medida más estricta de la que defendía su presidente, Joaquim Gay de Montellà, para obligar a Cecot a dar un paso atrás en su política expansionista. Ha decidido dar de margen tan sólo 30 días a la organización independentista presidida por Antoni Abad para que “rectifique el alcance territorial de su actividad”. La alternativa es la expulsión.
El siguiente paso que darán será la creación de una comisión de estudio y evaluación formada por tres miembros de la dirección de la gran patronal catalana y tres por parte de la organización de Terrassa. El único tema que se abordará está claro y el tiempo establecido para restaurar el entendimiento será “aproximadamente” de un mes.
Propuesta de baja
Si llegado al término no existe un acuerdo, el futuro de Cecot está claro. “Un informe jurídico someterá al acuerdo de la junta directiva la propuesta de baja” de la organización.
Sería la primera ocasión en la historia de Foment del Treball que se expulsa a una patronal territorial y, tal y como manifestó en la mañana del lunes Gay de Montellà, para él se trata de un fracaso. No ha conseguido frenar la expansión de Abad y así culmina los desencuentros en el seno de la gran patronal catalana porqué el empresario de Terrassa impulsaba iniciativas que le hacían competencia y que se desmarcaban de la opinión mayoritaria de la gran patronal catalana.