La familia Monje busca un socio para evitar el colapso de Assignia

Corren malos tiempos para la familia Monje, cuyas empresas están al borde del colapso. De ahí que ahora busquen dinero para salvar Assignia Infraestructuras, sobre la que planea la suspensión de pagos. La compañía necesita liquidez para refinanciar la deuda de la constructora, por lo que ha puesto en marcha un plan que podría incluir la venta de la empresa --fondos de inversión y dos grupos asiáticos podrían estar interesados-- con la finalidad de poder pagar los 60 millones de euros que el grupo debe a los bancos y que vence a finales de este año.

La entrada de un nuevo accionista permitiría aliviar la situación de Assignia, con una plantilla de 1.600 empleados en pie de guerra por el retraso en los pagos de las nóminas.

De los problemas que azotan a los propietarios de esta empresa da fe la dimisión de Susana Monje como vicepresidenta del F.C. Barcelona alegando "motivos personales". La renuncia vino precedida, tal como informó Crónica Global, de la investigación de la Udef sobre el supuesto uso de la firma estaba investigando a Monje al considerar que había indicios de que su firma fue usada por la familia de Jordi Pujol para mover dinero en paraísos fiscales. La entonces tesorera del Barça se limitó a afirmar que controlaba empresas off shore, pero negó cualquier sospecha de blanqueo de dinero.