Copisa, la constructora de la familia Cornadó, ultima la refinanciación de 270 millones de euros de pasivo con un plan en el que la banca acreedora fiscalizará el futuro de los activos con una rentabilidad más estable del portfolio de la compañía. Se trata de las cuatro grandes concesiones vigentes en Cataluña: su participación en las autopistas de Cedinsa (casi 18%), la prisión de Quatre Camins (65%), la Ciudad de la Justicia de Barcelona (25%) y las obras de la línea 9 del metro de Barcelona (un 15%).
Estos cuatro activos se segregarán en una nueva sociedad que estará dentro del grupo sobre la que pesarán 170 millones de la deuda total. Los beneficios anuales que reporten se destinarán primero a liquidar la financiación que pesa sobre las propias concesiones y con el sobrante se pagará el resto del pasivo.
Nuevo préstamos participativo
Las entidades que forman parte del pool de acreedores ultiman un préstamo participativo de 60 millones que pesará sobre este nuevo vehículo de Copisa. Se trata de una salvaguarda por si la compañía pasara por nuevas estrecheces económicas y no pudiera hacer frente a las deudas, señalan fuentes conocedoras de la situación de la empresa. En este caso, ejecutarían el crédito y tomarían el control real de las concesiones a pesar de que con la situación actual de la empresa se trata de una opción poco previsible.
Se trata de un sistema algo complejo para asegurarse pagos regulares para liquidar 230 millones. Por el momento, no está prevista ninguna desinversión, aunque los mismos interlocutores señalan que si aparecen oportunidades interesantes en el mercado las estudiarán.
40 millones que se abonan con Ebitda
No se ha apostado por otras fórmulas porque cualquier operación en la que estén vinculadas las cuatro concesiones de Copisa necesita el visto bueno de la Generalitat. El Gobierno catalán, el firmante del contrato junto a los Cornadó, no se puede oponer a la estrategia actual porqué formalmente no hay ningún cambio en la titularidad de las sociedades.
La banca acreedora considera que los 40 millones restantes del plan de refinanciación se pueden pagar con los beneficios brutos (Ebitda) que genere la actividad futura de Copisa. Además, se garantizará la liquidez del grupo para que pueda hacer frente a nuevos proyectos en España o internacionales a través de avales.
Plan de refinanciación hasta 2021
Así consta en la hoja de condiciones de la refinanciación que se plantea hasta 2021, a la que ha tenido acceso Crónica Global. Falta pactar los últimos flecos del plan, que se espera sentenciar en los primeros meses de 2017.
Copisa cerró el ejercicio 2015 con una facturación consolidada de 405 millones de euros. La cartera de proyectos ascendió a los 680 millones y casi la mitad de la actividad ya se encuentra fuera de las fronteras del país, un factor clave para hacer frente al parón de la actividad constructora en España.