Multa a Pullmantur por cancelar un crucero desde Barcelona. La naviera española tendrá que pagar 40.780 euros a 54 pasajeros que embarcaron en el buque Sovereign el 10 de mayo de 2014, sin saber que el trayecto Brisas del Mediterráneo duraría sólo tres días por problemas técnicos.
El juzgado de Primera Instancia número 8 de Madrid ha estimado parcialmente la demanda de la Asociación de Afectados Sovereign y ha condenado a la firma.
El auto de la magistrada María Gracia Parera establece que "el buque Sovereign desde el principio de la navegación iba lento y que en la primera noche del crucero se cambió de rumbo debido a problemas en el propulsor de los motores".
Según la titular de la sala, la suspensión del crucero no se debió a un motivo de "fuerza mayor", como arguyó Pullmantur, sino a "un exceso de fatiga de determinados materiales, fatiga que podría haber sido prevista con un adecuado mantenimiento".
Se negaba a indemnizar
Precisamente, la discrepancia sobre la cancelación del viaje motivó la denuncia judicial. La filial de Royal Caribbean manifestó que la ruta se había interrumpido por un motivo anormal e imprevisible. Con este argumento, negaba la indemnización de 60.373 euros que reclamaban los cruceristas por daños morales y los costes materiales.
Finalmente, la juez ha determinado que no concurrió la fuerza mayor, por lo que la compañía debe indemnizar con 8.980 euros a los pasajeros para costear las facturas, más 31.800 euros por los daños morales (650 euros por adulto y 100 euros por niño).
La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Madrid.