El paro es la principal preocupación del Mediterráneo. Tanto en el Norte de África como en Europa, los países de ambas orillas buscan acabar con los altos niveles de desempleo que persisten desde la crisis global que dura casi una década.
La región del Magreb busca en el Mediterráneo un apoyo para salir de la crisis económica que todavía causa estragos en la zona. Los niveles de desempleo siguen siendo altos y el PIB se resiste a crecer. Por eso, países como Túnez, Marruecos o Argelia buscan amparo en la red de comercio y negocios que ofrece la costa.
Solidaridad entre economías vecinas
Europa ostenta una recuperación más visible, los países del Sur –en especial España, Italia y Grecia– tienen mucho más por hacer que los del Norte. Ante esta comparación, los países del sur de Europa ven en los países norteafricanos unos socios más.
Los países que experimentaron las llamadas primaveras árabes son los que más se resienten de la crisis. Entre 2010 y 2015 han perdido más de 600.000 millones de dólares en actividad económica y tienen 40 millones de jóvenes desempleados, 27 millones de ellos sin formación.
Pero el Magreb reivindica las oportunidades que representa incluso para las mayores potencias económicas. Explorar los retos y las oportunidades de esta relación bilateral ha sido el objetivo de la 13º edición del Foro de Negocio y Desarrollo del Norte de África (NABDF, por sus siglas en inglés). El evento que forma parte del programa de la Semana Mediterránea de Líderes Económicos, la MedaWeek 2017.
El paro, principal preocupación
La generación de empleo mediante la entrada de expansión de grandes empresas, así como de políticas públicas centró la primera jornada del NABDF. Representantes de los gobiernos europeos y africanos, así como responsables de grandes empresas y bancos, han analizado la evolución reciente de la economía de la zona y las perspectivas de futuro.
El deterioro del mercado laboral durante los últimos años es la principal preocupación. Para la secretaria general adjunta de la Unión por el Mediterráneo, Delphine Borione, toda la región atraviesa “un momento especialmente difícil del mercado laboral, en especial para los jóvenes y para las mujeres”.
Mujeres y jóvenes, los más afectados
La insuficiente creación de puestos de trabajo deja a muchos jóvenes en el paro. En particular, la falta de empleo de formación superior (universitaria o técnica) evidencia “la desconexión de la educación con el mercado laboral”, según señala la experta en mercado laboral para la Comisión Europea, Francesca Rosso.
Las mujeres son el otro colectivo más sensible frente al desempleo. “Cada vez hay más mujeres en la universidad en países como Túnez o Marruecos” anotó Rosso, pero este incremento “no se refleja aún en el mercado laboral”. Para fijar ese desequilibrio, la experta pidió más “dialogo político” entre los actores implicado en el empleo: desde instituciones hasta empresa.
¿Un nuevo 'Plan Marshall'?
Las relaciones Europa y el Norte de África centraron la atención de la primera jornada de la Semana Mediterránea de Líderes Económicos, que a lo largo del evento tratará temas diversos. Más de mil empresarios de diferentes países también abordarán también el papel del desarrollo económico para hacer frente a la crisis y a la violencia o la gestión institucional de la llegada de refugiados.
La economía será un motor para la cohesión de la zona, según el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, que espera que el evento impulse la cooperación en la zona. La Cámara de Comercio de Barcelona organiza el evento junto con Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME), la Unión por el Mediterráneo (UpM) y el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), con la colaboración de los Fondos FEDER y de la Cámara de España.
El evento llega así a la décima edición, lo que el coordinador de Ascame, Anwar Zibaoui, valora como "triunfo de la esperanza frente a la incertidumbre, el triunfo de las ideas sobre la violencia". Los empresarios serán clave para fomentar el desarrollo económico, según Ascame, ya que el sector privado aporta 9 de cada 10 empleos en países en desarrollo. El proceso de integración en el Mediterráneo pasa por una nueva política europea al estilo Plan Marshall que solucione los problemas económicos y sociales, dice Zibaoui.