Junts Pel Sí y de la CUP, socios en esta legislatura catalana, han presentado hoy una proposición de ley que regula la creación del impuesto de activos improductivos destinado a bienes de lujo como inmuebles, yates, aviones o coches de gama alta.
Este nuevo gravamen, que arranca en vísperas de la presentación de los presupuestos de la Generalitat de 2017, está dirigido a bienes que están a nombre de personas jurídicas pero que no se usan para actividades económicas, sino con fines particulares. La regulación de este impuesto como ley específica forma parte precisamente de la negociación de las cuentas catalanas entre ambas formaciones independentistas.
Bienes sin actividad económica
El impuesto gravará la tenencia de cuatro tipos de activos: inmuebles, vehículos de motor "igual o superior a 200 CV", embarcaciones de ocio "de ocho metros de eslora o más", y aeronaves. "En todos los casos se trata de bienes que no realizan ninguna actividad económica o servicio público, que se destinan a actividades o usos privados, o que se alquilar a los propietarios o socios de la entidad vinculadas a los activos", aseguran ambos grupos en un comunicado. Se establecerá un mínimo exento de 500.000 euros o de 100.000 si no incorpora ningún inmueble. El tipo será progresivo hasta un máximo del 1%.
Junts pel Sí y la CUP se proponen que el impuesto esté en vigor ya en 2017 y han dejado fuera del impuesto a las administraciones públicas, las representaciones diplomáticas o las oficinas consulares en Cataluña y también los bienes de fundaciones, ONG y entidades sin ánimo de lucro.