Reyes Calderón, consejera de Banco Popular y presidenta de la comisión de nombramientos del consejo de administración, ha hecho valer su cargo para ofertar a Emilio Saracho, directivo de JP Morgan, la presidencia de la entidad, que ahora ocupa Ángel Ron.
Calderón ha maniobrado con el supuesto encargo del consejo y la voluntad del presidente de buscar un candidato. Según fuentes conocedoras del proceso, después del intento golpista del accionista mexicano Antonio Del Valle en el consejo de la pasada semana, que se filtró previamente a un diario económico, Saracho entendió que era el candidato de los oponentes a Ron, y que se había utilizado su buen nombre para intereses particulares.
Problemas legales por excederse
Calderón quedó al descubierto y alineada con Del Valle. Ahora, según fuentes del consejo, puede enfrentarse a problemas legales por excederse en sus competencias y negociar cargos y sustituciones al margen del órgano de gobierno, sin disponer de un mandato en firme.
Pero la sorpresa mayúscula de Saracho se produjo cuando su candidatura a la presidencia ni se trata ni se menciona en el consejo del pasado miércoles 23 de noviembre, según el plan que le había expuesto Reyes Calderón. Aún peor: Saracho se encontraba en Nueva York pidiendo audiencia a su jefes de JP Morgan, en plena celebración del Día de Acción de Gracias, la festividad mas importante y emblemática de Estados Unidos. Iba a explicarles su nueva dedicación
Efecto contrario en la filtración de prensa
La portada que daba cuenta del golpe de estado de los mexicanos que publicó Expansión provocó el efecto contrario al perseguido y facilitó el respaldo mayoritario de los consejeros entorno a Ron, que no tuvieron problemas en confirmar en directo a los periodistas que llamaban su apoyo al actual presidente.
Reyes Calderón parece no desistir de sus intentos de derrocar a Ron. Esta misma tarde mantiene viva la candidatura de Saracho con una serie de reuniones en la propia sede central del banco. Ron y su equipo no controlan los movimientos de Calderón, según explican otros consejeros, ya que actúa como brazo ejecutivo del díscolo Del Valle y de sus socios mexicanos.
Fuentes financieras próximas al Popular ven con incredulidad la batalla interna desatada a raíz del enfado del socio mexicano y añaden que, en todo caso, Saracho no es un ejecutivo idóneo para el cargo porque no ha presidido nunca una sociedad cotizada ni ha trabajado en un banco comercial.