La economía mundial afronta una etapa de incertidumbre generada por la victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones de Estados Unidos. A pesar del relativo impacto positivo que generó la noticia en las bolsas, la deuda pública ha comenzado a sufrir los primeros efectos. Las crecientes expectativas de subida de precios han provocado una venta masiva de bonos y un incremento vertical de la rentabilidad, lo que podría empujar la subida de tipos de interés y en nuestro país un incremento del precio de las hipotecas.
Incremento de la rentabilidad de los bonos
Los bonos gubernamentales mundiales habían sido el activo más provechoso en los últimos años, por sus mínimas rentabilidades históricas. Sin embargo, en la última semana la rentabilidad de dichos activos se ha disparado. Por ejemplo, el Treasury norteamericano a 10 años registró el pasado miércoles su mayor caída desde 1991, incrementando su rentabilidad del 1,7% al 2,15%. El bono mexicano ha saltado aún más, 100 puntos básicos situándose al 4,25%.
El efecto dominó se ha expandido al otro lado del charco: el bund alemán, prácticamente al 0% durante toda la crisis, ha subido en una semana al 0,31%. El impacto ha sido aún mayor en la deuda periférica, el bono español a 10 años ha crecido 27,5 puntos y la rentabilidad se sitúa por encima del 1,5%, y la del italiano se eleva al 2%.
¿Por qué se producen estas subidas tan bruscas?
Sin determinar aún si las bruscas subidas en las rentabilidades de los bonos corresponden a una histeria temporal o a una tendencia a largo plazo, el vicepresidente de la Unión Europea, Victor Constâncio, califica esta situación como una “incertidumbre anormal”. La política expansiva de Trump, argumentada en la rebaja de impuestos y el incremento de la inversión provocará un crecimiento acelerado de la economía a corto plazo que provocará inflación, lo que puede determinar que la Reserva Federal eleve los tipos de interés por encima de las previsiones previstas. Según un estudio de Adbank, una política fiscal muy expansiva puede provocar subidas mayores y más rápidas de los tipos de interés que las descontadas por el mercado.
¿Qué medidas tomará el BCE?
Ante esta incertidumbre de los mercados, el Banco Central Europeo, siempre a la zaga de la Reserva Federal, tendrá que empezar a tomar medidas.
Europa afronta a una velocidad diferente la recuperación económica respecto a los Estados Unidos (menor crecimiento, mayores tasas de paro, etc.), por lo que una subida de los tipos de interés a corto plazo podría generar un efecto negativo en la zona euro.
Sin embargo, si la Unión Europea estira su política inmovilista de tipos bajos, corre el riesgo de abrir la puerta a una fuga de capital destino a Estados Unidos. Lo que debilitaría al euro y al viejo continente frente al dólar.
Por lo tanto, el trabajo de la Comisión Europea es paliar la incertidumbre de los mercados con medidas intermedias que no permitan la fuga de capitales, pero que tampoco dinamiten las tocadas economías locales, que comienzan a salir a flote gracias a las políticas comunitarias de tipos bajos.
¿Cómo afectará esta situación a las hipotecas españolas?
La posible subida de tipos de interés del BCE afectaría de forma correlativa en la financiación hipotecaria, puesto que el euríbor, que arrastra nueve meses en negativo y más de dos años de bajadas, comenzaría a fluctuar en valores positivos.
De esta forma, los consumidores que hayan firmado una hipoteca a tipo variable verán como el importe de sus cuotas vuelve a subir tras varios años de descensos. Por otra parte, esta incertidumbre puede acercar más al consumidor al modelo hipotecario a tipo fijo, como escudo para cubrirse de la posible subida de los tipos a corto plazo.