El nuevo ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, ha manifestado este miércoles que ha empezado a realizar las “gestiones pertinentes” para favorecer un “acercamiento” entre el Gobierno de Colombia y Gas Natural Fenosa (GNF) un día después de la intervención de Electricaribe, la filial que el grupo presidido por Isidro Fainé gestiona en el país.
Dastis se estrena en un conflicto empresarial internacional que tiene todos los números de terminar en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi). Quedan aún dos meses para que el Banco Mundial pueda ejercer de arbitro entre la cotizada española y el Ejecutivo de Juan Manuel Santos, ya que sus normas de funcionamiento indican que debe pasar medio año entre que se notifica un “inicio de controversia” y se inicia el procedimiento.
Negociación abierta
Los implicados aprovechan el tiempo para intentar encontrar un punto en común sobre el futuro de la compañía. El ministro de Exteriores actuará para alcanzar la ansiada solución que “respete los intereses de las dos partes y beneficie tanto a la empresa como a los consumidores”.
Ha reconocido el trabajo durante años de GNF en Electricaribe: “Ha trabajado durante mucho tiempo en Colombia en beneficio de la población de esa zona”, algo que le debería valer según su punto de vista para que la medida adoptada por Colombia sea “temporal”.
Tal y como avanzó Crónica Global, el Gobierno de Santos plantea incluso la liquidación de la compañía. Ha iniciado un estudio a fondo del estado del servicio, la red y las maltrechas cuentas de la eléctrica y se toma dos meses prorrogables a otros dos para presentar las conclusiones. Y puede apostar tanto por tomar el control definitivo del grupo como dejarlo caer. Todo ello, de forma paralelo al conflicto con el concesionario español.
Fraude provisionado
GNF denuncia que la compañía es inviable económicamente por los problemas con los usuarios del servicio. El fraude es habitual en la compañía y la deuda acumulada por impagos de clientes asciende a los 1.259 millones de euros, cifra que incluye las facturas pendientes de edificios públicos del país. En la presentación de resultados trimestrales, el grupo indicó que tiene provisionado casi el 85% de esta cantidad.
Los títulos de la compañía aguantan por el momento la crisis de Electricaribe. A primera hora de la tarde las acciones cotizaban en verde con un pequeño repunte del 0,68%.