El proceso de liquidación de activos de Husa ha generado un encontronazo entre dos viejos conocidos del sector hotelero de Barcelona. Amancio López-Seijas, propietario del grupo Hotusa, se ha permitido chulear al que fue durante años un rival muy complicado de atrapar y que le había dejado en varias ocasiones clara su posición dominante, la firma Husa Hoteles de Joan Gaspart.
El expresidente del Barça y de la UE Sant Andreu había ejercido de patrono de los hoteleros de la capital catalana, un sector en el que el empresario gallego irrumpió a finales de la década de 1970. Hotusa ha crecido a golpe de cartera y este viernes confió de nuevo en el oxígeno económico de la compañía al pujar por dos de los activos que Gaspart se ha vendido en el marco del concurso de acreedores de su sociedad.
Hoteles Tuca y Orri
López-Seijas presentó la única oferta por los hoteles que Husa había abierto en su momento con pompa y circunstancia en Vall d’Aran: Tuca, situado en la localidad de Betrén (cerca de la salida de la capital, Vielha), y Orri, en la carretera de Tredós, muy próximo a las pistas de esquí de Baqueira Beret. Ambos establecimientos solían colgar el cartel de completo en los momentos álgidos de la temporada de invierno en la zona más pija del Pirineo catalán.
Los problemas económicos de Gaspart hicieron mella en el mantenimiento tanto de las habitaciones como de los servicios, indican fuentes del territorio. Eran correctas, pero habían perdido el brillo de antaño y requieren una renovación para volver a recuperar el caché. La facturación sobrevivía hasta la fecha por la limitación de plazas hoteleras en la zona en temporada de esquí, cuando los precios se revalorizaban.
Oferta económica a la baja
Ha sido en el acto de apertura de la plica en el Juzgado de lo Mercantil 3 de Barcelona cuando López-Seijas se ha permitido un pequeño ajuste de cuentas con su rival en horas bajas. En un primero momento, puso 2,5 millones de euros para quedarse con ambos activos, lejos de los casi cinco millones fijados como precio mínimo del plan de liquidación concursal.
Ante la oposición tanto de los representantes de Husa como de los trabajadores, los representantes legales de Hotusa acordaron revisar al alza la primera oferta para quedarse cerca del precio que habían fijado los administradores concursales, José Manuel Calavia, letrado de Mazars, y Josep Pujolràs, economista de Roca Junyent.
Varapalo para los trabajadores
La revisión a la baja también afectó a la masa laboral de Tuca y Orri. De los 25 trabajadores fijos que están afectados por la venta al mejor postor de la unidad productiva, inicialmente sólo se daba continuidad a 17 personas. También se ha mejorado en la posibilidad de perfeccionamiento de la plica que la ley mercantil prevé para este tipo de procedimientos.
El comprador manifestó en la vista su intención de no subrogar ni los salarios pendientes de abonar ni las indemnizaciones que se tendrán que pagar a los empleados que finalicen su contrato con los establecimientos. El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) deberá hacer frente a estas deudas.
Pendiente de la adjudicación del magistrado
Tras la presentación de la segunda oferta, los administradores concursales entregarán sus valoraciones y el magistrado de la Sala 3 de lo Mercantil de Barcelona, Eduardo Pastor, deberá decidir a lo largo de los próximos días si adjudica los establecimientos a Hotusa o abre otro proceso para incrementar la oferta económica.
La práctica totalidad del precio final del proceso irá a cubrir el agujero que asumieron las entidades acreedoras en el concurso del grupo de los Gaspart. Los representantes de los bancos no hicieron ninguna valoración de la plica de López-Seijas en el proceso de apertura. Usaron su derecho de entregar sus conclusiones al magistrado en los próximos 10 días para estudiar a fondo la propuesta.
Acuerdo concursal con Park Street Advisors
Los establecimientos de Vall d’Aran fueron de los pocos que se quedaron al margen del pacto que alcanzó la cadena hotelera de los Gaspart a principios de octubre. Acordó salir del concurso que decretó en febrero de 2014 con un convenio con la mayoría de los acreedores que implicaba una quita del 95% de los 250 millones de pasivo a través de un acuerdo con un fondo británico, Park Street Advisors.
Husa ha perdido la mayoría del capital de la sociedad resultante, Park Street Husa. El 60% de las acciones son propiedad de la firma inversora.