La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) prevé que la inflación registre una tasa media anual del 1,5% en 2017, si bien estima que llegará a situarse en el 2% en algún mes de la primera mitad del próximo ejercicio por factores como el repunte del crudo, aunque España seguirá manteniendo su competitividad respecto a la zona euro.
A pesar del incremento de la inflación y de que los precios españoles puedan equipararse a los del conjunto de la zona euro puntualmente en 2017, la fundación cree que la competitividad española en exportaciones e importaciones se mantendrá durante el próximo ejercicio.
La competitividad
La economista de Funcas, María Jesús Fernández, ha explicado en declaraciones a Europa Press que ese nivel de competitividad de las exportaciones españolas se mantendrá al menos hasta 2018, porque para que se produzca un perjuicio el diferencial negativo con la zona euro debe ser "persistente y más estructural".
Funcas revisó a mediados de octubre sus previsiones de inflación para 2016 y 2017 para adaptarlas a la subida del precio del petróleo. Así, calcula que la tasa interanual de diciembre de este año será del 1% y la tasa media anual del -0,3%, mientras que la tasa interanual de diciembre de 2017 se situará también en el 1%, y la tasa media anual en el 1,5%.
Igualarse a la UE
Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de España se situó en octubre en el 0,5%, alcanzando así el mismo nivel que el dato correspondiente al conjunto de la zona euro. Desde septiembre de 2013, el índice de precios armonizado de España se había mantenido por debajo del correspondiente a la zona euro.
No obstante, Fernández ha destacado que España continúa registrando una inflación subyacente favorable que es "más relevante" que el IPCA, y ha insistido en no pronosticar por ahora fundamentos económicos que conduzcan a un alza de la inflación de forma sostenida por encima de la zona euro.
"Tenemos una demanda interna más fuerte, crece con más dinamismo", ha subrayado la economista de Funcas, quien ha indicado que "no existe presión por el lado de la oferta" y que la capacidad productiva sigue siendo "muy inferior" por el mayor retroceso económico registrado durante los años de crisis.
Retroceso en Japón
El Banco de Japón, por su parte, ha rebajado en una décima su previsión de inflación interanual para 2018, de forma que retrasa su meta de situar la inflación en el 2% hasta después de ese año. El país lleva más de 20 años en deflación.
En julio, la institución monetaria situó en el 2% el objetivo de inflación para 2018, en el 1,8% para 2017 y en el 0,3% para este año. En su reunión de noviembre, el Banco de Japón ha revisado estas proyecciones y las ha situado en el -0,1% para este año, el 1,6% para 2017 y en el 1,9% para 2018.
La institución monetaria ya había aplazado en abril de este año sus previsiones de inflación interanual debido al entorno de bajos precios de la energía, de forma que retrasó el objetivo del 2% hasta entrado 2017 o principios de 2018.
La entidad ha mantenido las previsiones sobre el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) japonés que realizó en julio de este año, de forma que continúa pensando que la economía japonesa avanzará un 1% en 2016, un 1,5% en 2017 y un 1% en 2018.