“La franquicia no es ningún pelotazo”. El socio director de la consultora T4, José Aragonés, explica con esta aseveración las principales conclusiones del informe El Termómetro de la Franquicia, elaborado por la misma consultora. Se trata del primer enfoque de los últimos 20 años que se basa en una aproximación cualitativa y no solo cuantitativa de este modelo de negocio.
Los datos muestran un sector en el que el crecimiento es progresivo. Una realidad que contrasta con la imagen de dinero fácil que, a menudo, se tiene de esta clase de negocio. En esta línea, el 40,27% de los franquiciados consultados admiten que crecen de una manera más lenta de la que esperaban, mientras que solo un 20,85% afirma evolucionar por encima de sus expectativas (el 38,88% restante dice crecer al ritmo esperado).
Cinco años de travesía por el desierto
Aragonés explica que la mayoría de personas que prueban suerte abriendo una tienda bajo el auspicio de la franquicia “tienen una idea de que van a crecer de forma muy fácil”. Nada más lejos de la realidad. El negocio no arranca hasta los cinco años. Por esta razón, el informe publicado recoge los datos de aquellos que han mantenido su franquicia durante este tiempo y han logrado sus objetivos.
“Si logran superar la travesía en el desierto de los cinco primeros años, continúan”, remacha el máximo responsable de T4 Franquicias.
Si se observan los datos globales, el negocio de la franquicia representa un sector en constante crecimiento en España. La facturación total obtenida por el conjunto del sistema al cierre de 2015 fue de 26.482 millones de euros, un 2,3% más que en el año anterior. En la misma línea, para 2016 se espera un crecimiento del 3% en el número de enseñas y del 2% en la facturación total.
200 negocios abandonan cada año
Los casos de mala praxis que se han producido en algunas cadenas tampoco ha ayudado a formase una imagen realista del negocio. Por otro lado, las "expectativas desproporcionadas" sobre este modelo también han contribuido, a juicio de la consultora, a que las valoraciones positivas sean más discretas una vez se empieza esta aventura empresarial. “Las empresas, antes de entrar en una franquicia, tienen en mente equivocadamente que empezar a franquiciar y comenzar a publicitarse va a ser forrarse y eso no es verdad. La franquicia no es un pelotazo. Es un sistema que, si se trabaja bien y se persiste en la propuesta de valor, genera rentabilidad y satisfacción como es el caso del 85% de los encuestados”, insiste el consultor.
Según el informe, cada año hay entre 200 y 300 empresas que dejan de franquiciar en España. Aproximadamente, se incorporan anualmente unas 300 cadenas al sector franquicia y unas 200 descontinuan sin haber superado el primer lustro. “Continúan unas 100 al pasar los 12 meses”, sostiene Aragonés. Este dato, además, es indicativo de la alta rotación de compañías que se interesan en las licencias pero que luego lo dejan.
Rentabilidad
Pero, la perseverancia da sus frutos. El informe también refleja que, en términos de rentabilidad, la realidad ha cumplido las expectativas del 70,84% de los franquiciadores una vez pasado el periodo de cinco años. En otras palabras, el tiempo se convierte en un factor clave a la hora de emitir un juicio mucho más satisfactorio del modelo.
"Crecer con un buen planteamiento da su frutos en términos de rentabilidad, muy por encima del número de unidades y de la dificultad para conseguirlas", reza el documento.
Consultoras poco éticas
El alto porcentaje de fracaso se debe tanto a las irreales expectativas generadas al inicio como al papel de las consultoras: “Muchas de ellas animan a micro pymes que no tienen ninguna propuesta de valor a incorporarse en el sistema de franquicia cuando no tienen ninguna capacidad de triunfar”, relata Aragonés.
Al tratarse de una relación blindada, en la que el franquiciado está sometido a una serie de parámetros y directrices, también propicia que, en casos como el del sector de la restauración, muchos emprendedores prefieran volver a gestionar su propio local, sin la protección de una enseña que, al mismo tiempo, le exige una homologación de los productos y de las características de las instalaciones.
El entorno, la feroz competencia y hacer un análisis incorrecto de las propias capacidades son los principales elementos que dificultan a las empresas cumplir con sus objetivos. "Se debe plantear como una carrera de medio fondo", anima el consultor especialista en franquicias.