Seat ha abrazado finalmente el vehículo eléctrico. La automovilística española se mostraba muy reticente hasta la fecha a unirse a la ambiciosa ofensiva de enchufables que el grupo Volkswagen ha puesto en marcha para dejar atrás el escándalo de las alteraciones de las emisiones, el caso diéselgate, pero el vicepresidente de Investigación y Desarrollo de la firma, Matthias Rabe, ha disipado la incógnita este viernes: la marca contará con un vehículo eléctrico en su gama de producto en 2019.
Formará parte del plan 30/ 2025 del gigante de la automoción alemán. El anuncio también da pistas del calendario que tiene Volkswagen entre manos para considerar que los modelos eléctricos son sostenibles y generan rentabilidad para una automovilística, ya que la tecnología actual aún es demasiado cara para poder ofrecer vehículos que sean aptos para todos los bolsillos.
Tecnología de Volkswagen
En cuanto al desarrollo, el presidente del grupo, Luca de Meo, indicó en el salón del automóvil de París que la gran ventaja de Seat es que puede acceder al supermercado de Volkswagen para adquirir la tecnología que el grupo ha desarrollado para diseñar el nuevo modelo. Eso rebajará de forma sustancial la factura de desarrollo del producto.
La elección de la fecha no es casual. En 2019 entra en vigor una nueva normativa de la Unión Europea que es más dura con las emisiones. Por lo que el grupo español se adelanta.
Ofensiva de producto de Seat
Seat está inmersa en su propia ofensiva de producto que eleva la categoría de la firma. Ha lanzado su primer todocamino urbano, el Ateca, y una versión más pequeña, el Arona, para competir fuerte en el segmento de los SUV y esta semana ha lavado la cara a uno de los pilares de las ventas, el León, para modernizarlo.
Tiene pendiente presentar la nueva familia del Ibiza, que cambiará sustancialmente, y alguna otra sorpresa. El futro eléctrico es, por ahora, un encargo al que se debe dar forma.