No han pasado ni dos años desde que Garage Beer abrió su primer bar, en el Eixample barcelonés. Ahora, los impulsores piensan en exportar la cerveza artesana que producen. Una ronda de financiación de 500.000 euros a través de crowdfunding les permitirá abrir una nueva fábrica, esta vez en Sant Adrià de Besòs (Barcelona).

Las previsiones son de crecimiento en todas las áreas: producción, plantilla y proyección. De momento, la nave continúa en obras y a la espera de obtener los últimos permisos del ayuntamiento. Prevén que estará a punto para llenarla de cerveza a principios de año, y, con ella, levantarán la persiana de un pequeño local que tardará un poco más en estar listo.

Cataluña, España y el extranjero

El primer objetivo es salir de Cataluña. Una vez se extienda la presencia de Garage Beer en otras partes de España, quieren salir fuera del país. Leonor Troya ha estado en el negocio desde sus inicios y se ocupa de la administración. Explica que en alguna ocasión han exportado para locales amigos.

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“Al principio, tiraremos de contactos, que tenemos muchos en el extranjero, aunque esto no significa que no será un reto”, afirma. Es una empresa joven, creada en abril de 2014. “Es la demanda que tenemos la que nos ha hecho dar el salto”, asegura.

¿Competencia?  

La cerveza artesana tiene éxito. Desde que empezó a ponerse de moda, son muchos los que han probado suerte en el negocio, y pocos los que no han triunfado. Garage Beer ha salido victoriosa, más de lo que esperaban los mismos socios, a pesar de la competencia.

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Troya explica: “Tenemos tres o cuatro fabricantes de cerveza artesana en nuestra calle y las adyacentes”. Aunque cada uno tiene su público, porque ofrecen “estilos distintos”, asegura.     

Más cerveza de más tipos

Este éxito y el impulso económico se traducen en crecimiento. No solo aumentarán la producción, sino también la variedad. Esperan que esto sea posible con la incorporación de algunos trabajadores. Ahora son dos los que se ocupan de la producción en la pequeña fábrica que tienen dentro del local del Eixample, que seguirá funcionando una vez que abran la nueva.

“Con solo una persona más trabajando en la elaboración de la cerveza, podremos innovar mucho más”, según Troya. Esperan contratar a unos cuantos empleados, aunque todavía no han especificado, “seguramente, uno en cada departamento”. Éstos se añadirán a los 12 actuales, la mayoría camareros y cocineros, que quieren llevar la cerveza artesana del Eixample al exterior.