El consejero delegado del laboratorio farmacéutico catalán Reig Jofré, Ignacio Biosca, defendió el pasado martes, en el marco de una jornada económica organizada por la plataforma Cre100do, que la “deuda barata accesible” tiene su punto y final y que por eso es mejor para la supervivencia de las empresas buscar financiación alternativa en los mercados, lejos de los bancos.
“Por ello dimos el salto al mercado de capitales en enero de 2015”, indicó el ejecutivo, “era una forma de adaptar la compañía al escenario futuro”. Es decir, en un momento en el que la deuda bancaria sea menos competitiva y ahogue a los grupos que estén muy apalancados.
Mayor volatilidad e incertidumbre
Biosca, nieto del fundador de la firma, aseguró que los cambios del sector le han llevado a tener que gestionar una empresa en la que “en el día a día, lo que se ve es volatilidad e incertidumbre”. Por ello la farmacéutica se rige mediante el concepto de “innovación abierta, por apostar por entretejer una red de alianzas y contactos con otras compañías o start up”.
Reig Jofré apuesta por firmar acuerdos para proyectos concretos. “No integramos ni compraremos”, sentenció el consejero delegado.
Caída de los beneficios semestrales
El laboratorio nació hace 90 años y hasta enero de 2015, cuando ejecutó la adquisición de la cotizada valenciana Natraceutical (la operación se firmó en verano de 2014), era un grupo estrictamente familiar que se gestionaba como tal. Actualmente, el 74% del capital está en manos de la familia fundadora y el 26% restante en el mercado.
Cerró el ejercicio 2015 con un beneficio neto atribuido de 8,7 millones de euros, el 27,6% más si se comparaba con el año anterior. La facturación se situó en los 156,9 millones (el 2,6% más) y la deuda financiera bruta, en los 23,58 millones. El grupo explicó al cierre del primer semestre que el descenso del consumo de antibióticos y las mayores inversiones operativas rebajaron las ganancias el 62,6%, hasta los 1,97 millones de euros netos.