No hay tiempo que perder. Cada segundo que corre juega en contra de la reputación de Samsung, cuya imagen ha quedado muy dañada a raíz del ya conocido fracaso de uno de sus productos estrella, el móvil Galaxy Note 7. La multinacional tecnológica acaba de ofrecer dos soluciones a los usuarios del teléfono inteligente explosivo: reembolso del dinero o sustitución por otro modelo.

La principal empresa surcoreana ha tardado un día en apagar el primer fuego, el que afecta a los usuarios del Galaxy Note 7, tras anunciar el final de la producción y venta del teléfono, que salió a la venta en agosto. Las personas que ya hubieran comprado el teléfono –diversas baterías en explotado y todas tienen riesgo de ello— podrán reclamar la devolución íntegra del importe o sustituirlo por un Galaxy S7 o S7 edge –con el retorno de la diferencia de precio entre ambos—.

Único dispositivo afectado

En un comunicado, la multinacional pide a los clientes del Galaxy Note 7 que dejen de usarlo y reclamen una de las dos soluciones que les dan.  Los usuarios deben contactar con el operador o distribuidor donde hayan adquirido su dispositivo y si lo compraron en Samsung.com o tienen cualquier otra pregunta, deberán llamar al número de teléfono 900 100 807.

La empresa de tecnología pide las más “sinceras disculpas” y asegura que el Galaxy Note 7 “es el único dispositivo afectado”. La crisis llega en el peor momento, con el presidente con la salud delicada y varios accionistas intentando tomar el control de una parte del negocio familiar.