Los nuevos dueños de Nupik aterrizan en España con los bolsillos llenos

Los reyes del plástico en Europa, las firmas italianas Dopla y Flo, han desembarcado en la sociedad que fabrica la inmensa mayoría de los vasos y plásticos de España, Nupik. Y han llegado con los bolsillos llenos, dispuestos a darle un empujón. La adquisición se firmó a finales del verano pasado por una cifra que no se ha hecho pública.

El primer impacto queda reflejado en los libros de la sociedad que ha asumido la administración de Nupik, Eurovending. Los grupos transalpinos han ejecutado una ampliación de capital de 13,9 millones de euros en esta firma que la refuerza.

También han modificado los estatutos sociales para simplificarlos. Eurovending, que se centra en la fabricación de envases de plástico, se constituyó en 2010 y la propiedad estaba repartida al 33% entre Dopla, Flo y Nupik. Ahora, ha pasado a ser una joint venture al 50% entre las compañías italianas.

Salida de directivos ligadas a los fundadores

En Nupik, los cambios se notan en esta fase de la operación en los libros del Registro Mercantil. Fuentes del grupo indican que solo ha implicado la salida de algunos directivos vinculados a las familias fundadoras, los Enrich, Campo y Lincoln. La actividad que se desarrolla en la factoría de Polinyà (Barcelona) discurre con normalidad, indican fuentes cercanas al conglomerado.

Algo parecido ha sucedido en la filial británica, que controla el negocio en Portugal y Francia, aunque la operación accionarial ha sido distinta. La compañía catalana gestionaba el 53% del capital y el resto estaba en manos de Flo, sin presencia de Dopla, por lo que el reparto de los títulos entre los italianos no ha sido equitativo.

Dominio de los envases reutilizables en España

Nupik nació en 1966 y es una de esas firmas que, a pesar de dominar el sector por producción y asumir un papel relevante en el ecosistema de representación empresarial sectorial, prefería mantener el perfil bajo. Dos generaciones de los Lincoln, Enrich y Campo han pasado por el consejo de administración de la compañía y han desempeñado cargos directivos.

Atravesaron épocas muy complicadas, como la cadena de incendios que calcinó la factoría de Polinyà en 2008. Más de 50 dotaciones de bomberos participaron en la extinción de las primeras llamas, en marzo de ese año, a causa de un accidente. Las operaciones de retirada y limpieza de escombros lo avivaron de nuevo en mayo, muestra de la complejidad del proceso.

Salto adelante en competitividad

Los fundadores aprovecharon el desastre para modernizar el centro de producción que reconstruyeron, por lo que ganaron competitividad y afianzaron su dominio del mercado nacional. Eso también les dio oxígeno para superar las estrecheces de la crisis.

El año pasado, la facturación alcanzó los 77,5 millones de euros y los beneficios netos superaron los 3 millones de euros. Se estima que, tras la operación, los reyes del plástico en Europa alcanzarán una facturación combinada de más de 350 millones de euros.