Cambio de era. Los pagos con dinero de plástico, esto es, con tarjeta, ya mueven más euros que las operaciones en efectivo en España. La diferencia es de apenas 2.000 millones en un trimestre, pero no tiene marcha atrás: las nuevas aplicaciones que permiten los pagos con el móvil, incluso el abono de cantidades pequeñas a los amigos a través del terminal, dibujan un panorama histórico.
Las operaciones con tarjetas de crédito en los terminales de punto de venta (TPV) alcanzaron un valor de 58.465,49 millones de euros en el segundo trimestre, por 56.325 millones de euros sustraídos de los cajeros automáticos en el mismo periodo. Son datos fiables, de la División de Análisis de Sistemas de Liquidación del Departamento de Sistemas de Pago del Banco de España.
Los TPV crecen más que los cajeros
El informe confirma la tendencia registrada en el primer trimestre de 2016, el primero de la historia económica de España en el que los pagos con tarjeta fueron mayores que los realizados en efectivo. En este sentido, el Banco de España contaba 71,9 millones de tarjetas operativas de enero a junio, el 5,38% más que hace un año. Los TPV registraron un incremento del 4,07%, hasta 1.628.216, mientras que el número de cajeros creció un 1,2%, hasta 51.114.
En España, son tres compañías las que controlan el mercado de tarjetas de crédito. Sus máximos dirigentes impulsan estrategias diferenciadas. Carmen Alonso, de Visa, apuesta por la expansión masiva a través de la red bancaria; Juan Orti, de American Express, incrementa los servicios exclusivos asociados al uso del plástico, y Ovidio Egido, de MasterCard, elige fórmulas de patrocinio para crecer.
Nuevas normativas
También la nueva era está presente en política. Uno de los pactos de investidura de C’s y PP fijaba la posibilidad de pagar con tarjeta toda cantidad superior a 10 euros. En Reino Unido, el plástico ganó al efectivo ya en 2015. Suecia, finalmente, pone fecha de caducidad al metálico: 2030.