Tiempos delicados para Samsung. La crisis del Galaxy Note 7 es contemporánea con el difícil relevo al frente de la multinacional más importante de Corea del Sur. El dueño y presidente, Lee Kun-hee, de 73 años, seguirá en el cargo hasta su muerte, a pesar de que lleva año y medio con la salud muy delicada a causa de un infarto. Su único hijo varón, el vicepresidente, Lee Jae-yong (48), debe tomar las riendas en funciones y preparar la nueva era de la compañía.
Todo comenzó en el ya lejano 1938, con el negocio familiar de Lee Buyng-chul, que se dedicaba a la venta y exportación de pescado, frutas y verduras. Hasta que entró en el sector de la electrónica, a finales de la década de 1960. El señor Byung-chul ostentó el puesto de primer ejecutivo hasta su muerte, en 1987. Su hijo Lee Kun-hee asumió el poder y comenzó a preparar un plan de sucesión para que la empresa más importante del país siguiera en poder familiar otra generación.
División
Una de las claves del éxito de Samsung, cuentan, es precisamente la gestión familiar de la compañía, sin influencias externas. Una paz que amenaza ruptura, reestructuración y división del imperio. Si bien Jae-yong lleva 25 años trabajando a la sombra de su padre, la delicada salud de éste lo ha expuesto ante los accionistas, que quieren conocer, incluso controlar el destino de la tecnológica y de sus filiales de diversos sectores.
El accionista más combativo es el magnate estadounidense Paul Singer, quien lideró la negativa a la propuesta de Jae-yong sobre la fusión de las principales filiales del grupo, Cheil Industries (textil) y Samsung C&T (ingeniería y construcción). El millonario defendió que el movimiento solo beneficiaba a los Lee. Pero Samsung se salió con la suya, con pelea pública incluida entre Singer y Jae-yong.
Escándalos
Lejos de permanecer en un segundo plano, Singer pide ahora la reestructuración del negocio y su división en dos, con una sociedad operativa y una holding. La parte oculta de la propuesta pasa por que Samsung pague a los accionistas una gran cantidad y dividendos regulares. Y Lee podría aceptar para librarse de los impuestos de la herencia y mantener el control absoluto.
El camino de Lee padre tampoco ha sido fácil. Ahora es el hombre más rico de Corea del Sur y Samsung controla el 17% del PIB. Pero en 2008 hizo un amago de renuncia tras ser acusado por evasión de impuestos –indultado por el Gobierno—. En 2010, comenzó un pleito contra Apple por el supuesto robo de unas patentes. Este año, además, han comenzado investigaciones ante las sospechas de que contrató los servicios de prostitutas, hecho penado con cárcel o multa económica. Tiempos de cambio para el mayor fabricante de teléfonos móviles.