Joven, urbanita, con una capacidad económica media, una formación alta o muy alta, con un estilo de vida en el que las redes sociales y la conectividad ocupa un espacio central… y sin coche en propiedad. Este es el perfil de los nuevos consumidores que se han incorporado al mercado de consumo en España y cuyos hábitos, marcados por la recesión, también se imponen entre las generaciones precedentes. Se vive un cambio de paradigma en el que la industria de la automoción no es una excepción.
Fabricantes, importadores y concesionarios empiezan a modificar hábitos para adaptarse a las nuevas demandas de los clientes. Y lo hacen rápidamente. “Estamos ante cinco años que serán clave para el sector”, señala David Barrientos, director de comunicación de la patronal de los fabricantes, Anfac.
Plataformas de movilidad compartida
Señala que se trata de una oportunidad para la industria, ya que los cambios sociológicos y económicos tras la crisis les darán las claves de la supervivencia. Esta, pasa por estar presente de forma cada vez más acusada en plataformas de movilidad compartida, una opción mucho más práctica y económica que tener el vehículo en el parking.
El presidente de la patronal de importadores Aniacam y responsable de Volvo en España, Germán López Madrid, remarca que el sector “debe tener en cuenta un nuevo concepto, el de la movilidad con multimodalidad”. Es decir, que los consumidores a medio plazo no solo querrán un vehículo para desplazarse de un punto A a uno B, también necesitarán distintos modelos según el día de la semana.
Usarán un vehículo (incluso una motocicleta) de lunes a viernes para desplazarse hasta el lugar de trabajo, otro los fines de semana y otro distinto para vacaciones.
Eficiencia energética y rebaja de emisiones
Aquí pesará también la autonomía de los vehículos, ya que la eficiencia energética y la reducción de emisiones son elementos cruciales para el nuevo paradigma de la automoción que empieza a tomar forma en España. Los coches eléctricos tendrán un papel central, aunque aún existe un gap tecnológico que no se ha superado.
La fabricación de baterías aún es muy cara y su autonomía limitada. Resolver estas cuestiones dependerá de la demanda mundial, y la barrera del precio aún es un freno, por lo que el sector demanda más ayudas públicas así como un papel más activo de los fabricantes para ofrecer promociones.
3.284 nuevos vehículos eléctricos en España
En España, los vehículos eléctricos e híbridos ocuparon un residual 3,5% del mercado global en septiembre según los datos de Anfac. Se vendieron 342 unidades menos (el 2,01%) respecto al mes anterior por el fin del plan MOVEA impulsado por el Gobierno central en funciones que aún no tiene relevo.
En los nueve primeros meses del año se matricularon 3.284 vehículos eléctricos, el mejor volumen de la historia con un avance porcentual del 79,61%. La DGT destaca que el 40% de las altas se registraron en Cataluña y el 15% en el municipio de Barcelona.
Más uso del vehículo, mayor renovación
¿Ahogará el nuevo paradigma a las fabricas de vehículos en España? Según los expertos, mantendrán su papel capital en la industria del país tanto por el peso que tienen sobre el PIB como por el nivel de empleo. Representó el 8,7% del PIB y da empleo de forma directa o indirecta al 9% de la población activa, según la memoria anual de Anfac.
Lo que ocurrirá es que se venderán coches de otra manera. Un mismo vehículo lo usarán seis personas distintas, por lo que recorrerán más kilómetros y se renovarán antes. Mucho antes que los 12 años de vida media de los particulares.
El segmento de flotas tomará más protagonismo. El presidente de Aniacam destaca que la crisis ya provocó un cambio en este sentido porque las marcas que facturaban más por la venta al detalle fueron las que más sufrieron a nivel mundial. Reconoce que se reforzarán, pero con el esfuerzo del conjunto del sector para dar soluciones a la movilidad compartida. La industria ya avanza hacia este nuevo modelo.