Grífols respira tranquila. El Departamento de Justicia de EEUU ha decidido archivar la investigación abierta en el país sobre el escándalo de corrupción que implicó a cinco empleados de la filial italiana de la multinacional, incluido el exdirector general.

En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el gigante mundial de los hemoderivados con sede en Parets del Vallès (Barcelona) señala que le ha sido notificado que el expediente se ha cerrado sin ninguna penalización para la compañía y que el departamento “reconoce la colaboración plena” del grupo.

Juicio en Nápoles sobre las prácticas ilícitas

El caso se remonta a 2013. Tal y como reconoció Grífols en la memoria de 2015, existía un “proceso penal abierto en Nápoles contra cinco empleados del grupo, incluido el anterior director general”. El tribunal italiano concluyó que solo dos de ellos habían cometido prácticas ilícitas.

Representantes de Grífols se reunieron con el Departamento de Justicia de EEUU en noviembre del año pasado para compartir las conclusiones de una investigación interna de lo sucedido. Se demostró que las posibilidades de una afectación a los estados financieros globales de la compañía era “remota”, tal y como temía la justicia estadounidense.

Tras la decisión, el caso está definitivamente zanjado.