La patronal gran patronal catalana, Foment del Treball, ha admitido este miércoles un cambio de tendencia en la aprobación de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en los últimos meses. La recuperación macroeconómico había frenado la destrucción del empleo tanto en Cataluña como en España, pero el miedo del empresariado de un cambio de regulación en el marco laboral vigente ha provocado que “se avancen planes de reestructuración”, según el director de relaciones laborales y asuntos sociales de la organización, Javier Ibars.
El nuevo Informe Trimestral sobre el Mercado de Trabajo y la Negociación Colectiva en Cataluña muestra como de enero a agosto han incrementado el 9,7% los expedientes de extinción, mientras que han bajado el 33,3% los de suspensión y el 50,54% los de reducción de horas de trabajo.
Eso sí, con menos expedientes aprobados en el cómputo general. En los primeros ocho meses del año se aprobaron 361 ERE, el 31,89% menos si se compara con el mismo período de 2015 y que han afectado a 6.200 trabajadores, el 6,86% menos.
Cuestión política
Las reestructuraciones más drásticas, las que implican la salida de trabajadores de la empresa, suponen de esta forma el 27,98% del total. No alcanza el 60,94% de los aprobados en 2006, con otra regulación, pero implica un cambio de tendencia desde que se implementaron las medidas de flexibilidad laboral reclamadas por la patronal.
Foment del Treball admite que se trata de una cuestión política. La incertidumbre sobre la derogación o alteración de la reforma laboral del PP que prometieron Podemos o PSOE sí hizo mella en el empresariado catalán.
Tendencia que inició en 2015
La tendencia se inició en 2015, con la campaña electoral en marcha, cuando se registró el primer avance destacable de este tipo de reestructuraciones: se alcanzó el 20,03% del total frente al 13,96% del año anterior.
Se admite que ciertas empresas, sin dar nombres ni apellidos, que tenían problemas económicos pero que podría haber intentado un ERE temporal han tirado por el camino más drástico por el miedo a cambios como condiciones de aplicación más duras o incrementos en las indemnizaciones.
Petición de estabilidad institucional
La patronal catalana inidca que para consolidar e impulsar la ocupación es necesario superar esta situación y conseguir ya la formación de un Gobierno. Vinculan la estabilidad institucional con el impulso de la concertación y el diálogo social y una reforma normativa que “aclare, incentive y dote de seguridad jurídica algunos aspectos derivados de la reforma laboral”. Como la ultraactividad, la inaplicación de convenios o las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, pasto de demandas judiciales.
Pero los cambios que se apliquen deberían ser para ir un paso más allá, defiende. “El futuro Gobierno debe tener claro que antes de retocar la reforma laboral se debe fijar en los datos específicos que son positivos para todos”, añadió Ibars. Entre ellos, el incremento de los convenios colectivos que se han renovado por la introducción del concepto de ultraactividad.
“Necesitamos un sistema que no esté encorsetado”, sentenció la presidenta de la comisión de laboral y recursos humanos de Foment del Treball, María Ángeles Tejada.