Poco a poco la banca tradicional va perdiendo fuerza en favor de la banca electrónica. Aunque todavía sigue siendo la opción principal para la mayoría de los consumidores que contratan un préstamo hipotecario, cada vez son más los usuarios que apuestan por las hipotecas online. Según HelpMyCash.com, los recelos que pueda suscitar la ausencia física de la entidad, son mitigados por las mejores condiciones que ofrecen este tipo de préstamos hipotecarios.
Ventajas
Solicitar una hipoteca a través de la red acortará los plazos, puesto que para encontrar las mejores ofertas no se tiene que acudir a las oficinas bancarias. Tan solo se requiere navegar entre las ofertas online de las entidades o utilizar un comparador de hipotecas gratuito.
Las hipotecas online, cuentan con una ventaja respecto a los préstamos hipotecarios tradicionales, y es que suelen aplicar un menor número de comisiones (sobre todo de apertura y de amortización), ya que las entidades se ahorran los gastos del personal que realiza las gestiones cara a cara.
También es frecuente que este tipo de entidades conceda plazos mayores. Las hipotecas de banca física suelen ofrecer plazos de hasta 30 años, mientras que en la banca online se puede encontrar hipotecas de hasta 40 años.
A pesar de que se pierde el contacto físico y el poder de negociación que ofrece la comunicación cara a cara, firmar una hipoteca a través de internet puede ser más transparente, puesto que las entidades presentan la información de forma más detallada.
Inconvenientes
Aunque las hipotecas online benefician en bastantes aspectos al cliente, también tienen algunos contrapuntos. Por ejemplo, como se mencionaba anteriormente, este tipo de hipotecas no permiten la negociación o al menos la complica. Las hipotecas a través de la red son menos flexibles, por la peor comunicación entre el consumidor y el personal bancario.
La impersonalidad es otro de los puntos flacos del mundo virtual. Tratar de comunicarse con la misma persona si llamamos a la entidad por teléfono puede llegar a ser una misión imposible. Por lo que se puede tener una sensación de impersonalidad.
Por último, otra de las desventajas de este modelo financiero son los requisitos. Los bancos online exigirán mayores garantías de pago, por lo que los requisitos serán más elevados.