Rosalía Portela, nueva presidenta de la multinacional española Deoleo, mantiene en el cargo a Miguel de Jaime como director general de marketing de la aceitera española. La decisión llega por imposición directa de su hermano Javier de Jaime, responsable de CVC Capital Partners en España y último recurso para rescatar a la aceitera mas grande del mundo y corporación de referencia en su sector, de sus eternos problemas. El responsable de las políticas de marketing del grupo agroalimentario parece salvarse así de las destituciones en cadena del comité de dirección, como ha sucedido con Armando Islas y Rafael Vázquez, al frente de cadena de suministro y de recursos humanos, respectivamente.
Fuentes de la antigua dirección reconocen que Miguel de Jaime “mantenía un enfrentamiento muy notable con el antiguo CEO, Manuel Arroyo, por la gestión de la compañía, y que en muchos casos superaba el ámbito del marketing, su supuesta competencia”.
Herencia envenenada
Ahora, la presidenta y el nuevo consejero delegado italiano, Pierluigi Portella, parecen confiar en la experiencia de Miguel de Jaime en sus antiguas responsabilidades como vicepresidente de marketing para Europa occidental de Heineken Internacional y Philip Morris, y también en la parte de gestión que desarrolló en Mediaset y Atresmedia.
Ni la genialidad de Javier de Jaime ni todo el dinero de CVC Capital Partners pueden con la herencia de Deoleo y el desastre de gestión del dúo formado por José María Vilas, presidente saliente, y Manuel Arroyo, CEO destituido de manera fulminante, durante los dos últimos años desde de la OPA, explican fuentes internas de la compañía.
Pérdidas y litigios aplazan los planes
Los planes de De Jaime eran buenos y consolidar en una sola empresa la mayor producción de aceite de oliva del mundo y poseer las grandes marcas del sector (Carbonell y Hojiblanca, entre otras) con origen italiano y español debería ser un gran negocio, y además fácil de valorar en unos pocos años. Sin embargo, los dos primeros años no han transcurrido como se esperaba. De Jaime, en nombre de CVC, recurre a una amiga de trayectoria probada Rosalía Portela y ficha a un italiano como CEO, Pierluigi Tosato, para responder a los problemas hispano-italianos de la empresa. La empresa siguen en pérdidas. En las cuentas del primer semestre de este año siguió la tendencia y, además, mantiene litigios en España y en Italia por supuesto fraude en la calidad de algunos productos.