El fondo de inversión británico 3i ha puesto a la venta Mémora, su negocio funerario en España. La operación se plantea en el epicentro de un debate político sobre la eventual remunicipalización de estos servicios, que fueron privatizados en su día y que los consistorios de Barcelona, Madrid y León estudian cómo hacerlos regresar al control del sector público. El precio que intentan obtener por la compañía española ronda una horquilla que va entre los 520 y los 550 millones de euros, según ha confirmado este medio en fuentes internas.
La venta de Mémora se pasea por diferentes despachos de aseguradoras y potenciales compradores. La compañía lo niega taxativamente. Su consejero delegado, Juan Jesús Domingo, también accionista del grupo funerario, lo tilda de “falso”. Sin embargo, otras fuentes informan de que posibles compradores ya han rechazado de plano la operación, como es el caso de Criteria, la compañía holding del grupo La Caixa. Aunque el negocio mortuorio es considerado una especie de utility entre los especialistas por su estabilidad y previsibilidad, las iniciativas políticas tendentes a recuperar desde el sector público servicios que fueron liberalizados o privatizados perjudican la eventual venta.
Las aseguradoras también dan la espalda
Las aseguradoras también han sido invitadas por 3i a estudiar la inversión, pero de momento sin éxito. Mutua Madrileña, a través de la aseguradora Adeslas que posee junto con La Caixa, descartó hace unos meses adquirir las acciones del grupo británico en Mémora. Fuentes del sector señalan que también se habría ofrecido a Santa Lucía y otras firmas del ámbito asegurador con similares y negativas respuestas.
Domingo señala, en conversación con este medio, que la compañía no está en venta y que, además, la remunicipalización no tiene sentido alguno: el Ayuntamiento de Barcelona, prosigue, sólo podría recuperar los servicios funerarios de la ciudad comprando la parte que antes vendió al fondo. En contra de las fuentes consultadas por Crónica Global, el directivo insiste en que 3i permanecerá en Mémora y que no existe ningún valor asignado a la operación en tanto que no está disponible para el mercado.
Con idéntico fin, Domingo se acoge a la reducción de los precios de los servicios un 20% desde que prestan el servicio funerario y una mejora de calidad en el servicio para considerar infundada la información divulgada por este medio en la que se relata que las responsables municipales de las dos principales ciudades españolas --además de León-- estudian cómo recuperar el control de actividades que antes prestaban de manera directa las administraciones locales y que en los últimos años han pasado al sector privado.
En las dificultades de 3i para colocar su compañía está un fenómeno que atañe a todo el sector: el estrechamiento de los márgenes del negocio mortuorio. La dependencia de las primas de deceso comercializadas por las aseguradoras lleva a una reducción del beneficio por entierro constante en los últimos años. En paralelo a su interés por desprenderse de la firma española, 3i ha iniciado una política interna de reducción de costes. Fuentes internas no oficiales de la compañía aseguran que estos recortes tienen por objeto preparar la cuenta de resultados de la empresa para elevar la plusvalía en el momento de la venta, y que están en el umbral de provocar deficiencias en la prestación de los servicios.
Una plusvalía sustantiva
Los representantes de 3i aterrizaron en el negocio funerario en España cuando el Ayuntamiento de Barcelona decidió en 1998 privatizar una parte de Serveis Funeraris de Barcelona (SFB), la empresa municipal que se ocupaba de las tareas funerarias. Más tarde, en abril de 2011, aumentaron su participación hasta el 85% del capital. Fuentes financieras sitúan la inversión total realizada por los británicos en un máximo de 350 millones de euros, por lo que de cumplirse el precio de venta al que aspiran lograrían una plusvalía de unos 200 millones.
Mémora contó con el apoyo del capital extranjero para emprender una expansión fulgurante por el territorio español y recalar, incluso, en Portugal. Según datos de la propia compañía, cuenta con 125 tanatorios en 21 provincias, ocupa a 1.200 personas y mantiene un giro anual de alrededor de 153 millones de euros.