La localidad canaria de Arona es la elegida por Seat para bautizar el nuevo vehículo con el que espera hacer un roto en el mercado de los todocaminos urbanos pequeños. “Será un producto importante, con un potencial claro que puede llegar a suponer el 30% del mix de su segmento”, ha explicado el presidente de la compañía, Luca de Meo, en un encuentro con la prensa en el marco del Salón del Automóvil de París.
El hermano pequeño del Ateca, la estrella actual de la marca española, llegará a los concesionarios en el segundo semestre de 2017 y se producirá íntegramente en la sede del grupo, situada en Martorell (Barcelona), sobre la plataforma del Ibiza. El directivo mantuvo la habitual discreción sobre las estimaciones iniciales de producción, aunque afirmó que será una herramienta destacada “para luchar en el mercado”.
De Meo confesó que el proceso de naming es lo que menos le gusta de la producción, ya que provoca rencillas en todos los sentidos. Una clásica en la compañía es que ninguno de los modelos que están en el mercado tiene nombre catalán. En esta ocasión, el presidente confesó que, entre las opciones que llegaron al final, estaba el apelativo de un barrio de Barcelona, aunque se apostó por el municipio tinerfeño porque los mismos barceloneses que participaron en el panel de selección rechazaron la propuesta.
Ofensiva de producto ambiciosa
Más allá de la anécdota, Seat vive un momento dulce en el que completará la mayor ofensiva de producto de la compañía en 18 meses. Antes del Arona, el primer vehículo con este perfil en el portafolio de la automovilística, renovará la familia del León y se lanzará la quinta generación de su modelo icónico: el Ibiza.
Además, la comercialización del Ateca avanza a buen ritmo. Cuenta con 21.250 peticiones desde que llegó a los concesionarios a finales de junio hasta agosto y se ha empezado a vender en Francia. La aceptación del público es importante, dado que ofrece un alto nivel de prestaciones para su precio competitivo. De Meo indicó que la relación calidad-precio propicia que la mayoría de las unidades que se han comercializado son las que cuentan con mayores servicios.
Suspensión temporal de la venta de un modelo
No espera que pasen factura a las ventas del modelo los problemas de homologación de la versión 2.0 TDI de cambio manual DSG 4x2, un motor diésel. El presidente de Seat dio explicaciones semanas después de la suspensión temporal de la venta del modelo. Indicó que, tras la producción de las primeras unidades, detectaron fallos en la combinación mecánica que acercaban el modelo al límite de las emisiones permitidas, por lo que decidieron frenar la venta y darse unos meses para encontrar una solución técnica.
Nunca se puso un vehículo en carretera y se dio una solución ventajosa a los clientes que lo habían reservado. A todos ellos se les entregará un modelo con mayores prestaciones, hecho que implica que la compañía asuma unos costes de entre 5.000 y 7.000 euros por coche.
“Ocurre muchas veces en el sistema de comprobación”, manifestó De Meo. Para la compañía, lo importante es que se ha reaccionado rápidamente y se ha ofrecido una solución que ha sido satisfactoria para los clientes, que no han presentado queja alguna.