La familia Lara ha reconocido que el agujero en la inversión que hicieron en el Banco Sabadell se ha situado entre 250 y 300 millones de euros. Los propietarios del Grupo Planeta han provisionado las pérdidas ocasionadas por la adquisición en 2008 de una participación del 12,45% de la entidad, por 1.300 millones, junto a otros tres empresarios catalanes: Isak Andic, el presidente de Mango; Joaquim Folch-Rusiñol, el dueño de Pinturas Titán; y el presidente y fundador de Porcelanosa, Héctor Colonques.
Los empresarios compraron entonces acciones del banco a 8,1 euros cada una. Las ampliaciones de capital bajaron el precio hasta los seis euros. Ahora, los títulos se cambian a 1,1 euros, el 86% menos que cuando los adquirieron.
El paso que han dado los Lara se ha producido después de que cambiaran de auditores en Inversiones Hemisferio y Jaipur Investment, sus dos principales empresas inversoras, según informa El Confidencial. Pricewaterhouse Coopers (PwC) es la consultora que se encarga de revisar las cuentas de estas dos sociedades desde principios de año, en sustitución de Deloitte. En el caso del Grupo Planeta, también prescindieron de los servicios de Deloitte y cuentan con KPMG como auditor.
Siguen los pasos de los demás inversores
Fuentes próximas a la familia aseguran que los cambios se deben a la nueva ley de auditoría, por la que las empresas tienen que cambiar de auditor cada 10 años. Sin embargo, otras fuentes lo relacionan con la decisión de Andic y de Folch-Rusiñol de poner a cero el valor de la suyas en libros.
Ambos han provisionado su paquete de participación en Famol (la firma creada expresamente para la inversión con Planeta) del 40% y el 25% respectivamente. El propietario de Mango fue el primero y abonó 361 millones en 2014, tras salir del consejo de la entidad.
Tanto José Lara como Joaquim Folch-Rusiñol mantienen sus cargos como consejeros. Hace una semana, uno de los principales, Héctor Colonques (Porcelanosa), abandonó su puesto.