Volar hace 70 años no era como ahora, y menos en los viajes transoceánicos. El 22 de septiembre de 1946, un avión de Iberia vuela por primera vez desde Madrid hasta Buenos Aires. Se trataba del primer trayecto que unía por aire a Europa y América Latina tras la Segunda Guerra Mundial. Treinta y seis horas de vuelo y tres escalas en Villa Cisneros, Natal y Río de Janeiro.
El 15 de octubre del mismo año empezaban a operar los vuelos regulares con pasajeros, a un precio de 7.250 pesetas (unos 43,5 euros), cada 10 días. La escala en Natal se sustituyó por una en Montevideo (Uruguay).
Ahora, Iberia vuela entre Madrid y Buenos Aires dos veces al día, en vuelo directo, que dura una tercera parte en comparación con los inicios –poco más de 12 horas y media–, y cuenta con wifi y entretenimiento a la carta (más 60 películas, decenas de documentales, series de televisión, programas infantiles, juegos y música).
Aquellos vuelos no solo fueron los primeros en transportar viajeros entre ambos continentes, sino que también supuso la primera vez que contó con tripulantes de cabina, que entonces se llamaron azafatas.
Apuesta por la región
Setenta años después, Iberia continúa apostando por la región. Actualmente, ofrece 250 vuelos semanales que unen Madrid con 20 ciudades latinoamericanas. La apuesta por la región se ha consolidado en los últimos años.
La aerolínea ha recuperado en los tres últimos ejercicios sus rutas a Santo Domingo, Montevideo, La Habana y San Juan de Puerto Rico, además de inaugurar dos nuevos trayectos a Colombia (Cali y Medellín). Los lazos que unen Argentina con España ya eran estrechos a mediados del siglo pasado; no fue casualidad que fuera este el primer país latinoamericano con el que Iberia conectó Madrid.
La gran cantidad de españoles que migraron al país en aquella época mantuvo la actividad de la compañía alta, pese a los competidores que le salieron ante la elevada demanda. KLM, la Flota Aérea Mercante Argentina, British South American Corporation, Air France y Panair do Brasil se añadieron a la iniciativa.
Un año de conmemoraciones
Iberia ha llevado a cabo durante todo el año diversas iniciativas de índole social, institucional, cultural y con clientes para celebrar el 70 aniversario de estos vuelos. Todos los aviones Airbus del modelo A330-200 que ha recibido este año la empresa llevan nombres de ciudades latinoamericanas: Buenos Aires, La Habana, Puerto Rico, Lima, Oaxaca...
La aerolínea ha patrocinado también el proyecto La guitarra vuela que ha llevado la última guitarra de Paco de Lucía por siete países de América Latina. En Santiago de Chile y Buenos Aires Iberia ha organizado una exposición fotográfica sobre estas siete décadas, además de foros con empresas.
En Madrid, organizó un concierto benéfico con Plácido Domingo a favor de Envera, una organización fundada por empleados de Iberia para ayudar a personas con discapacidad. Y el día 28 de septiembre bautiza en Madrid un avión con el nombre de Iberoamérica.
Todo esto ha ido acompañado de la renovación de sus aviones y su producto en sus vuelos con Latinoamérica.
Durante la semana del 22 de septiembre, además, la compañía ha llevado a cabo distintas actividades en Buenos Aires, su primer destino, entre ellas el bautizo del avión “Buenos Aires”, con la vicepresidente de Argentina como madrina y el apoyo de grandes empresas que, como Iberia, tienen en intereses en Iberoamérica, como El Corte Inglés, Airbus, Avis, American Express o Meliá; un evento con clientes para presentar el nuevo producto y marca; la inauguración de la Exposición fotográfica “70 años con América Latina”, organizada conjuntamente con la agencia EFE; un concierto de Luis Salinas, uno de los artistas que han participado en el documental La Guitarra Vuela; en colaboración con la Fundación Juegaterapia y el Hospital Garrahan, la entrega de muñecos “sin pelo” para niños con cáncer; y un encuentro institucional con el Presidente del Gobierno argentino, Mauricio Macri, entre otros.
“Yo viajé en ese avión”
En el primer vuelo con pasajeros viajó Francisco Botas, que ha participado en las actividades que la compañía ha organizado en Buenos Aires. Hace 70 años era todavía un niño: "Durante el viaje, alguna de las azafatas de Iberia estaba siempre conmigo y recuerdo que una de ellas me regaló un cochecillo”.
La atención de la tripulación no terminó allí. “Hubo un momento en que el avión se movió bastante y me llevaron a la parte de atrás para entretenerme y ver las estrellas en unos mapas; tampoco se me olvida que el comandante me llevó a la cabina”. La llegada fue otro de los momentos que Botas rememora, ya que en Buenos Aires, les esperaban muchos periodistas. “Desde entonces, he hecho más de 400 vuelos con Iberia".