Las dificultades económicas de las empresas de la vicepresidenta económica del Barça, Susana Monje, han llegado al punto de que una firma externa, Noraction, se encargue de tutelar la gestión. Los acreedores han impuesto que esta firma de Madrid especializada en el asesoramiento de sociedades en “situaciones especiales” sea quien acompañe a la dirección del Grupo Essentium.
Los hombres de negro desembarcaron hace semanas en la compañía y se encargan de vigilar que la cúpula ejecute el plan de desinversión según los términos pactados. Essentium deberá vender negocios y destinar el dinero resultante de las operaciones a liquidar las deudas pendientes, cuyo montante total alcanzaría los 125.000 euros.
Negociación del plan de reestructuración
El compromiso se adquirió en el marco del plan de reestructuración del pasivo. Fuentes del entorno de Monje se muestran confiadas en que se podrá cerrar en cuestión de semanas. Defienden que la cartera de proyectos está saneada y que se debe buscar una solución económica a unos problemas que, aseguran, aún son derivados de la crisis del sector.
Los acreedores no son tan optimistas. Se trata de un pool de entidades liderado por Bankia, con casi el 25% del pasivo, seguido de Targobank (20%), Banco Santander (18%) y Caixabank (10%).
Repasan con lupa las cuentas de Essentium y estudian la validez de los planes estratégicos vigentes. Son conscientes de que deberán aplicar quitas considerables a la deuda que arrastra el grupo si no quieren comprometer su futuro, pero intentan que el escenario que se dibuje en la constructora sea lo más realista posible, indican fuentes conocedoras de la negociación.
Conflicto laboral
De forma paralela al proceso, los directivos deben hacer frente al nuevo conflicto laboral que ha estallado en la compañía. Casi el 90% de los trabajadores, según fuentes sindicales, han secundado la primera jornada de paros convocada en el grupo para exigir el pago de las dos nóminas que aún se deben liquidar. A ello se le tienen que sumar cinco sextos de una paga extraordinaria que se comprometieron antes del verano a liquidar en plazos.
Esta semana proseguirán las protestas en las diferentes sociedades de Essentium. La dirección les ha pedido árnica durante 10 días para poder cerrar la operación financiera, pero los trabajadores han declinado dar más margen tras el incumplimiento de los compromisos de pago que consideran que aún están vigentes.