El despacho que encabeza el exdiputado convergente Miquel Roca Junyent celebra este año sus primeros 20 años de existencia. Durante los tres primeros lustros, la oficina creció a gran velocidad, gracias a la absorción de otros competidores y la impresionante agenda de contactos del propio Roca. Pero de un tiempo a esta parte, el avance se ha frenado en seco. De hecho, el marasmo se arrastra ya desde hace cinco años. La secuela de todo ello ha sido que su gabinete se ha descolgado del pelotón de cabecera del ramo.
El volumen de negocio de los bufetes de abogados creció el año pasado un promedio algo superior al 6%. En cambio, Roca se quedó muy lejos de dicha magnitud y solamente progresó un 1,5%.
Menos plantilla
Los ingresos de Roca Junyent tocaron la cima en 2010, con 33,4 millones de euros. El año pasado recaudó por minutas de honorarios y otros momios un total de 28,68 millones. Además, en 2015 la plantilla se recortó de 225 a 205 personas.
Este ejercicio, los problemas se han agravado. El pasado verano, Roca Junyent sufrió la deserción en masa de su equipo especializado en derecho concursal. El responsable del departamento José Luis Yus Respaldiza y seis colaboradores se pasaron con armas y bagajes a Crowe Horwath Legal y Tributario en Madrid. La tocata y fuga ha significado descabezar esa importante área.
El consejo de administración del estudio barcelonés está presidido por Miquel Roca Junyent, de 76 años; es vicepresidente ejecutivo su hijo Joan Roca Segarra.
Los primeros espadas
El escalafón nacional está dominado de antiguo por el madrileño Garrigues, el catalán Cuatrecasas y el también madrileño Uría. Estas tres sociedades recaudaron de sus clientes el año pasado 335, 255 y 192 millones, respectivamente. Con cifras inferiores pero por encima de Roca Junyent figuran Gómez Acebo & Pombo, Ontier, Auren, Écija y Pérez Llorca.
Al margen de su actividad como jurista, Miquel Roca acumula una ristra de cargos, la mayoría de ellos retribuidos con extraordinaria generosidad. Desde 2003 es miembro del consejo de la constructora ACS, pilotada por su amigo Florentino Pérez, compañero de fatigas en la fracasada Operación Reformista. Roca es íntimo de Pérez, lo que no impide que ocupe plaza en calidad de vocal independiente. El año pasado, Roca recibió casi 100.000 euros de la constructora.
También tiene un sillón en el máximo órgano de gobierno de Endesa, en este caso desde 2009. Desembarcó allí tras la toma de control de la compañía por parte de Enel. En 2015 devengó una paga de 228.000 euros por asistir a once sesiones del consejo.
Asimismo es secretario del consejo de Banco Sabadell, del grupo de infraestructuras Abertis, de la ingeniería Typsa y del fabricante de equipos hospitalarios Werfenlife.