Un modelo de negocio claro y músculo financiero para llevarlo a cabo. Norwegian Air Shuttle dio un golpe de mano el miércoles al abrir la lata de los vuelos transatlánticos low cost entre España y Estados Unidos. Empezará por Barcelona, ciudad que conectará con Los Ángeles (5 de julio de 2017), Nueva York (6 de julio), San Francisco (7 de julio) y Miami (22 de agosto) a bajo coste. Con un crecimiento del 41% en España en 2015 en el zurrón, el fundador y consejero delegado de la aerolínea, Bjorn Kjos, traza los objetivos futuros.
-¿Por qué Barcelona y no Madrid, que es el primer aeropuerto español en número de pasajeros?
-Madrid ya tiene una buena cobertura de vuelos con Estados Unidos. No es el caso de Barcelona. La ciudad tiene un flujo de turismo notable y nuestra operación ya es importante: tenemos vuelos domésticos en marcha y operativa de conexión: ello nos permite minimizar el riesgo.
-Una pregunta obligada por el debate público, ¿reciben algún tipo de presión para establecer rutas aéreas en Madrid?
-Madrid es una ciudad muy atractiva. Todas las ciudades quieren más vuelos. En el caso de Madrid, cuando aumentemos capacidad en España seguro que nos plantearemos crecer allí.
-Vuelos transoceánicos de bajo coste. Algunos [como Ryanair] lo prometieron y no han cumplido. Ustedes sí. ¿Cuál es su secreto?
-No tiene secreto. La receta es operar con aviones nuevos y ofrecer tarifas bajas, además de escalar. La clave es escalar tu operación y unir ciudades importantes entre sí. Barcelona cumpliría esta condición, como lo hacen Londres, París y Roma. Además, en la Ciudad Condal tenemos el tráfico de cruceros.
-Han hecho ustedes una inversión importante en Cataluña. ¿Temen inestabilidad con eventos como una secesión?
-Nuestra operación no cambiaría. Si hubiera algo parecido al Brexit en Cataluña, los turistas seguirían viniendo. Pero es evidente que la estabilidad es mejor.
-Respecto a su compañía, ustedes han anunciado vuelos transoceánicos desde España. ¿Qué es lo próximo?
-Estrenaremos vuelos intercontinentales desde Barcelona. Hemos destinado dos aviones de larga distancia en la ciudad. Si en el futuro esperamos tener un total de Boeing 787 Dreamliner, lo lógico es que inyectemos más vuelos en España.
-¿Están los cielos europeos demasiado regulados?
-La regulación ayuda al turismo, pero hay que recordar que este sector es el puntal económico de Europa. Compañías aéreas como Norwegian generan empleo tanto en tierra como en el aire. Los estados miembro deberían abogar por abrirse más, para ayudar a estos flujos turísticos.
-¿Le preocupan a Norwegian eventos como una eventual recesión paneuropea o el 'Brexit' en Reino Unido?
-Ya tuvimos una recesión económica que afectó a la aviación comercial en 2008-2009. Lo que aprendimos de aquella crisis es que las aerolíneas de bajo coste se adaptaron mejor; los pasajeros tenían que vigilar lo que gastaban.
-(...)
-A nadie le gustan las crisis. Pero si viniera una crisis, uno tiene que estar preparado. Y una operación low cost está mejor preparada.
-¿Significa ello que la aviación comercial ha fenecido? ¿Es el fin de la aviación tradicional y la era de las aerolíneas de bajo coste?
-Mucha gente lo ha predicado en los últimos 15 años. Yo creo que no. Pero el crecimiento está en el segmento de ocio. Y los precios son muy importantes en este segmento.
-¿Dónde queda el segmento de negocios? ¿Se plantea Norwegian explorarlo?
-En Escandinavia, el 50% de nuestros pasajeros son de negocios. Tenemos muchos, muchos pasajeros de negocios, también en España (el 16%). Hoy, la gente vive en Barcelona pero la gente podría tener que desplazarse a Nueva York por trabajo. Hoy se trabaja continente a continente. Ya no es trabajar en España y desplazarse a Francia. Hoy es Estados Unidos. Pero como he dicho, el mayor crecimiento está en el segmento de viajeros por motivo de ocio, y en eso estamos centrados.