Barcelona se dispone a enterrar la era de todo por el turismo. El ayuntamiento ultima una hoja de ruta centrada en gestionar la saturación de la ciudad y desarrollar un modelo de negocio sostenible. Ello conllevará dejar en un segundo plano la promoción en destinos emisores, tarea que hasta ahora llevaba a cabo Turisme de Barcelona (TB), un consorcio público y privado que forman el consistorio, la Generalitat y la Cámara de Comercio.
"No descuidaremos la promoción, sino que habrá cambios, y de hecho ya los hay, en Turisme de Barcelona. Modificaciones del tipo de pensar dónde, cuándo y cómo nos visitan los turistas y el uso que hacen de la ciudad, más que en el volumen", ha detallado esta tarde el concejal de Turismo, Agustí Colom (BComú).
Así, el dinero que gaste TB estará "alineado con la idea de turismo sostenible" que impulsa el equipo de gobierno de BComú y PSC con el respaldo de la mayoría de vecinos, según las encuestas.
Plan estratégico
El edil ha dado las pistas antes de la presentación del diagnóstico del Plan Estratégico de Turismo de la Ciudad ante el sector el martes. El documento trazará las líneas maestras para gobernar la llegada de visitantes hasta 2020.
"El turismo convive con la la vida vecinal en Barcelona. Este es uno de los retos que aborda el documento. Convivir significa minimizar las molestias para los vecinos y reducir el impacto del sector sobre, por ejemplo, la vivienda", ha detallado el concejal.
Nueva era
El Plan Estratégico de Turismo 2016-2020 sustituirá la hoja de ruta actual, que data de la legislatura anterior, cuando Xavier Trias (CDC) era alcalde. El nuevo plan maestro, que pivotará sobre la idea de turismo sostenible, debería estar listo a principios del próximo ejercicio.
¿Gustará al sector? "Hay un consenso de que ciertas zonas de Barcelona están masificadas. Hay estudios que indican que el turista se mueve cerca de donde pernocta. Así que habrá áreas donde se podrá crecer más, pero en otras se tendrá que decrecer", ha avisado Colom.