La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha desatado especulaciones sobre qué metrópoli relevará a Londres como ciudad financiera del continente. Uno de los informes más precisos a este respecto es el elaborado por la consultora Aguirre Newman, que muestra cómo Madrid tiene las “cualidades estructurales” para disputar el puesto.
Junto a Madrid, y mejor situadas, compiten Dublín y Fráncfort, seguidas de París y Milán. “De momento, todo son especulaciones, pero las mejor posicionadas son Fráncfort y Dublín, aunque también se habla de París y Milán. En el primer caso, debido al liderazgo de Alemania en la Unión Europea y, en el segundo, a causa de las buenas condiciones fiscales de Dublín, a las que ya han ido a parar muchas multinacionales”, explica a este medio Ignacio Martínez-Avial, director general de desarrollo de negocio de la consultora inmobiliaria.
El economista José Carlos Díez participa del análisis: a nivel mobiliario y de infraestructuras Madrid está muy bien dotada, pero se muestra más escéptico sobre las posibilidades de la capital española en la dimensión financiera frente a sus competidoras del Viejo Continente. “El problema es que Londres es el gran centro global, no sólo europeo, compite con Hong Kong y Nueva York”.
Recursos humanos
La Bolsa de París acumula una capitalización total de 1,7 billones de euros; la alemana, 1,4 billones; Londres, 2,4 billones de libras y la Bolsa de Madrid está por detrás, con 650.000 millones.
Además de la capacidad de inversión, otra de las debilidades que Díez observa en la capital española es “la mayor limitación en recursos humanos”. Y es que mientras en Londres la mayoría de trabajadores están certificados y tienen un MBA como analistas o ejecutivos, los empleados nacionales están poco preparados. “Madrid es un centro financiero pequeño con muy pocos trabajadores certificados para trabajar en bancos de fondos o de brokers internacionales. No somos la Champions League”, agrega Díez. A este respecto, el economista considera que “París o Fráncfort son candidatos más potentes”.
Bancos de inversión
El hecho de que muchos banqueros de inversión hayan manifestado sus dudas sobre la idoneidad de mantener ciertas operaciones desde Londres supondría una oportunidad para otras capitales europeas. No obstante, los principales bancos que han anunciado su intención de desplazarse no han elegido ni Madrid ni Barcelona entre sus preferencias, sino centros con mayores ventajas fiscales.
Una peculiaridad de Londres es que tiene un fuero medieval --parecido al del País Vasco o Navarra-- en el que las empresas tienen derecho de voto en el condado y deciden sobre sus propios impuestos.
En este sentido, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció la posibilidad de llevar a cabo rebajas fiscales para atraer la inversión potencial que pueda perder la City inglesa. Dublín, añade el economista, tampoco tiene la base de operadores de sus competidores y funciona más como backoffice de Londres. “Como centro financiero, Dublín está peor situada que Madrid”, añade.
¿Qué tiene Madrid?
La capital del Estado cuenta con una desocupación actual de 11,5% del stock total de oficinas (12.800.000 m²) y cerca de 220.000 m² de nuevos proyectos en construcción con finalización prevista para 2017, reza el documento de Aguirre Newman.
Al cierre del primer trimestre de 2016, el mercado de oficinas de Madrid ofrece el nivel de rentas, tanto en zona Prime como en la zona más periférica, más bajo entre las principales ciudades de Europa.
La movilidad también es un punto a su favor, ya que la capital se sitúa en el puesto cinco de las ciudades mejor puntuadas a nivel mundial en aspectos de movilidad y transporte, según el índice IESE Citiesin Motion, sólo superada por Fráncfort como principal competidor europeo.
A nivel nacional, España se sitúa como segundo país con mayor proyección de crecimiento previsto del PIB a 2019, con el 8,7%, solo superado por Irlanda (14,6%).
Preparada para recibir empresas
En cualquier caso, sostiene Martínez-Avial, “no tiene por qué darse un movimiento del 100% de la City a Madrid, sino que puede haber una progresiva deslocalización de determinadas unidades de negocio de algunas compañías”.
Lo que consideran importante es que la ciudad esté preparada para recibir empresas y a sus empleados. “El mercado inmobiliario madrileño cuenta con sitio para crecer en el corto y en el medio y largo plazo”, resuelve a este respecto.