Volkswagen y la Fiscalía de Estados Unidos negocian la sanción exacta que se debe fijar por el diéselgate. La multa será significativa, ya que el Departamento de Justicia ha encontrado evidencias penales derivadas de instalar un software que se activaba al detectar que se hacía una revisión del vehículo y rebajaba las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) en determinados motores diésel del grupo.
Se prevé alcanzar el pacto antes de finales de año, según The Wall Street Journal. Por el momento, las conversaciones se encuentran en un estado “preliminar”. Se centran en determinar la figura de penalización final a la que se debería llegar para combinar sanciones tanto en la parte penal como en la civil de las causas abiertas contra la automovilística en el país.
Debate jurídico
El Ministerio Público en Detroit (EEUU), meca del automovilismo en el país, y las secciones de fraude y de delitos contra el medio ambiente del Departamento de Justicia, situados en Washington, valoran si emiten una resolución de culpabilidad para Volkswagen o buscan un acuerdo fiscal diferido.
Este último incluiría el compromiso del Gobierno del país de perseguir al gigante germano siempre y cuanto el grupo se adhiera a los términos del pacto.
Antigua cúpula de Volkswagen
Queda en el aire saber qué ocurrirá con los empleados de la automovilística vinculados directamente con el diéselgate, los miembros de la antigua cúpula de grupo. La mayoría de ellos residen en Alemania, por lo que deberían ser extraditados para responder a las acusaciones en EEUU, llegado el caso.
Toyota y General Motors han alcanzado acuerdos fiscales diferidos con el Departamento de Justicia en los últimos dos años. En su caso, en investigaciones abiertas por fallos de seguridad de sus vehículos.