Llegar a la ciudad de Barcelona es cada vez más complicado y las administraciones no hacen nada para remediarlo. Esta es la denuncia que ha hecho la Cámara de Comercio de la ciudad. Advierte de los problemas de desplazamiento que existen, tanto si se usan medios de transporte públicos como privados, y exige mayores inversiones para remediar la situación.
La institución de promoción económica liderada por Miquel Valls exige desde hace tiempo mejoras en las infraestructuras de acceso a la capital catalana y advierte de que dejar languidecer la situación lleva al colapso inevitable. Y el fin de la crisis ha acelerado la situación.
Más tráfico por las mismas infraestructuras
El crecimiento de la actividad económica se ha consolidado y ello conlleva un incremento de las intensidades de tráfico. “En el caso de los accesos viarios al Barcelonés [comarca donde se encuentra la ciudad], registran tasas cuatrimestrales de variación interanuales positivas ininterrumpidamente desde el tercer cuatrimestre de 2013”, indica la Cámara en un comunicado.
De hecho, los datos concretos de Barcelona muestran como se ha recuperado prácticamente el volumen de desplazamientos diarios previos a la crisis y, como novedad, el transporte público ha superado al privad en la movilidad de conexión. Hay más desplazamientos por las mismas infraestructuras.
Cercanías, el principal problema
El principal problema es la red de Cercanías registrado por Renfe, que llega a registrar descensos de usuarios del 12,9% anuales por los fallos continuados en el servicio.
Se han mitigado de forma parcial por las ampliaciones de la red de metro metropolitano y mejoras en los autobuses, pero aún presenta “graves carencias para los desplazamientos de conexión con el exterior, especialmente en Cercanías”, añade en el comunicado.
Proyectos básicos identificados
“Cada vez se hacen más evidentes los efectos de la falta de inversiones y el desarrollo de proyectos que han sufrido especialmente el sistema de cercanías y la red viaria metropolitana”, añade. Por ello, exige que se corrija de la situación de forma inmediata con una “planificación previsible, razonada y razonable de inversiones en infraestructuras de movilidad”.
Denuncia que desde hace años se tienen identificadas las obras prioritarias --como impulsar una red de transporte público que no sea radial o el denominado Cuarto Cinturón-- y que su ejecución se eterniza y suponen un freno para la “competitividad territorial debido a la congestión y a la contaminación que genera”. Una situación a la que esperan que se ponga remedio ya de forma inmediata.