La estrategia legal de Volkswagen para defenderse del diéselgate, el escándalo de la manipulación de las emisiones de óxido de nitrógeno en determinados modelos diésel, se ha complicado un poco más esta semana con la admisión a trámite por parte de la Audiencia Provincia de Braunschweig de una demanda colectiva de los accionistas del grupo.
Los denunciantes alegan que la automovilística informó demasiado tarde al mercado de que había instalado un software que se activaba al detectar una revisión y reducía las emisiones contaminantes. Justifican que eso provocó que los títulos del grupo se desplomaran en el mercado y buscan una compensación.
170 demandas
El Alto Tribunal de la ciudad más cercana a la sede del grupo, situada en el estado de Bajo Sajonia (norte de Alemania), tiene varias causas sobre le mesa contra la compañía liderada por Matthias Müller. Concretamente, 170 demandas por indemnización de daños y perjuicios.
La mayor de ellas es la de 277 inversores institucionales que reclaman a Volkswagen 3.255 millones, seguida de otra de 680 millones. Además, los estados federados de Baviera y Hesse anunciaron la semana pasada que estudian emprender medidas legales contra la compañía.
18.500 millones de provisión
El Grupo Volkswagen tiene provisionados 18.500 millones de euros para hacer frente a las responsabilidades legales derivadas del diéselgate en todo el mundo. La mayor parte se destinarán a cumplir con el acuerdo extrajudicial en EEUU para compensar a los clientes de vehículos con el software instalado y para hace frente a los daños medioambientales ocasionados.
Podría ascender hasta los 15.000 millones, por lo que solo dispone por ahora de 3.500 millones para responder de las causas abiertas en el resto de Europa.